El CIL, agrupación que reúne a las industrias más grandes, emitió un comunicado en el que ratifican a su titular, Miguel Paulón, sosteniendo que los productores argentinos son los que mejor cobran la leche en el mundo

El Centro de la Industria Lechera Argentina (CIL), que encabeza Miguel Paulón, aclaró que, tras un primer semestre de escasa oferta de leche, los precios pagados a los tamberos se ubicaron por encima de los valores que hubieran surgido en condiciones normales de mercado.
El CIL difundió un comunicado que cita y contextualiza el sitio especializado Lechería Latina, asegurando que los productores argentinos cobran por encima del valor de mercado.
Cabe señalar que las entidades de productores, cuestiona a la industria por haberle bajado unilateralmente los precios en julio, situación que se repitió ahora, cuando cobraron la leche de agosto.
Para el CIL la “baja oferta de leche llevó los precios pagados al productor por encima de valores que surgirían en condiciones normales de mercado”.
Además, destacan que “el incremento en la producción del segundo semestre está ocasionando una normalización del valor de la materia prima”. Es decir, lo que para la industria es “normalización”, para el productor es una “decisión unilateral de bajar los precios que afecta al eslabón más débil de la cadena”, según coincidieron en afirmar los consultados por EL DIARIO RURAL.
Según el CIL, “todo hace prever que la lechería podrá cerrar un ejercicio positivo en términos de consolidación de esta cadena productiva.
El comunicado surgió tras las declaraciones públicas de Miguel Paulón, quien afirmó que “relativamente estamos bien, -refiriéndose al sector- porque en la Argentina se han alcanzado valores en dólares para el productor parecidos a los que tiene el mercado internacional y me refiero a países comparables con nosotros. Estamos con precios superiores a Nueva Zelanda, a Australia, a Estados Unidos. También estamos parecidos a Uruguay y a Chile”, dijo.
Aseguró que el productor que habla de la baja de precios, es “por el contenido de sólidos”, es decir, por mala calidad de leche y no por precios generales.