El día en que uno de nuestros pibes fue hasta la puerta de un colegio y le clavó un puntazo a otro, un especialista nacional y reconocido en el plano internacional, nos acercaba explicaciones en el auditorio de la Medioteca Mariano Moreno: el sistema neoliberal viola en forma sistemática los derechos de los niños/as y jóvenes. Ese es un punto de partida. Y cuando se dice que el menor, tras un delito, “entra por una puerta y sale por la otra”, es una suerte de error, puesto que en realidad entra en un círculo del que difícilmente pueda salir. Como ejemplo, el médico psiquiatra y psicoanalista Rubén Efrón señala que el 40% de los chicos de entre 18 y 25 años que viven en el conurbano bonaerense no está incluido laboral ni educativamente.
Para este covicepresidente de la Asamblea Permanente, los derechos de la niñez y la adolescencia, como los temas de género, son las cuestiones “nuevas” sobre las que la entidad debe actuar, de manera conjunta con la búsqueda de la verdad y la justicia en los asuntos “tradicionales” vinculados con la temática.
“No pasa un solo segundo en la historia sin que algún derecho deje de ser violado. Esa es la razón de ser de la comisión de niñez y adolescencia de la APDH: intentar responder de la misma manera, recordando el origen mismo de la entidad. Porque sin temor a exageración alguna, podemos decir que el programa neoliberal es un programa genocida como lo fue el de la dictadura militar argentina... Tenemos las formas directas del exterminio, es decir los asesinatos cotidianos de jóvenes por la Policía... Y otras formas como el paco, que no es una droga, sino más bien un veneno... Como el genocidio no cesa, intentaremos que la resistencia sea permanente”.