Observando la multitudinaria concurrencia que se reuniera el viernes por la noche en el Campus de la UNVM, se puede sentenciar que el duelo cuartetero fue ganado y con creces por Sabroso. De todos modos vale destacar que los dos popes del género cordobés -contando a La Barra que actuara el jueves- agotaron las taquillas (con entradas por encima de los $20) con un sólo día de diferencia.
El fenómeno de la música festiva, acompasada y “sabrosona” se recreó -como el año pasado en el mismo espacio- con una puesta digna de un espectáculo de envergadura, con baños de luces robóticas y audio destacable. Aunque el clima templado hizo que atemperaran algunos ánimos, el predio se mostró sectorizado como si fuera un Cosquín Rock: los más devotos (o curiosos) apretujados adelante, los bailarines de pura cepa en el plano medio junto a grupitos dispuestos tipo confitería, los angurrientos copando las pancherías y hamburgueserías, los “desesperados” haciendo cola en los baños químicos y los inevitables beodos “pechando” en las barras desbordadas de gente. El show de Sabroso, administrado en más de cuatro horas con intervención de la banda soporte Taxi Blue, contó con un repaso de largo aliento al disco “Tributo”, mechado con hits infaltables como “Tiburón” y “Eres especial”, entre otros.