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La situación financiera de Villa Nueva es compleja, las autoridades conocen cuáles son los puntos más álgidos pero hay decisiones imposibles de imaginar en el terreno político.
La Municipalidad tiene un millón doscientos mil pesos mensuales en materia de salarios (sin contar los aportes). De coparticipación recibe apenas el 20% de dicha suma. “Los que hablan de corrupción, saben muy bien que no hay dinero y se dedican a la sanata”, dijo una alta fuente del Palacio villanovense.
Sobra ruido y faltan nueces



“¿Sabés cuánto tenemos que pagar en sueldos todos los meses?” La pregunta cayó en el pocillo de café que el funcionario villanovense bebió en compañía de un amigo y muy cerca de los oídos atentos de quien escribe. “Estos que hablan de corrupción, saben muy bien que no hay dinero y se dedican a la sanata, a ensuciarnos.”
Ruido sobra, faltan nueces.

La decisión de los concejales del radicalismo y del titular del cuerpo legislativo Mauro Bizzarri de impulsar una comisión para investigar al secretario de Gobierno (ex de Finanzas) Alejandro Díaz, motorizó la reacción de los allegados al intendente Guillermo Cavagnero que definió, en las últimas horas, someter su gestión a una auditoría (ver página 10) y cortar de raíz las especulaciones de sus adversarios.
“Te hago las cuentas, en el acto”, dijo el conocedor de los números del municipio liderado por Cavagnero.

Con tranquilidad tomó una hoja de papel, una lapicera y apuntó: “Los empleados se llevan de bolsillo 750 mil pesos mensuales, a los que hay que sumarles entre obra social, gremio y otros ítems unos 110 mil pesos. Después están los ingresos del Concejo Deliberante, Tribunal de Cuentas y funcionarios. En total, un millón doscientos mil pesos”.

“¿Qué querés que hagamos? No podemos echar personal.”
Se quedó en silencio unos minutos, como buscando en el aire o en su interlocutor una respuesta. “Pueblos mucho más chicos que Villa Nueva reciben más coparticipación y con menos gastos. No me digás que los opositores no lo ven. Esto es político. Se acercan las elecciones y vienen los ataques.”

El municipio de Villa Nueva recibe de coparticipación neta 200 mil pesos. Menos del veinte por ciento de lo que paga en sueldos.
El índice que les corresponde arroja un total de setecientos mil, pero quinientos quedan en la provincia en concepto de aportes previsionales y otras yerbas, producto de los pactos fiscales.

La recaudación impositiva es poco significativa. “Somos una ciudad dormitorio. Los bancos están en Villa María, la AFIP está en Villa María, los grandes contribuyentes están en Villa María.
Nosotros somos una ciudad en que viven unas cuatro mil quinientas familias y tenemos mil doscientas asignaciones por hijo.”

El profesional siguió aportando datos. El grueso de la población es “Estado dependiente” y reciben diversos planes.
Otra vez, la pausa. La reflexión: “Guillermo se preocupa, es capaz, es honesto, pero la situación es compleja”.
Las obras públicas financiadas por la Nación fue otro de los puntos abordados por el profesional que estaba dejando crecer su barba.

“Nosotros no vemos ni un peso de la obra pública. Ese dinero lo maneja el Eninder o baja directamente a la empresa. Nosotros, gestionamos y creo que hicimos mucho y seguimos haciendo. Los ataques que recibimos son injustos.”
En la mesa, quedó el pocillo de café vacío y entre el ruido del bar se escuchó una voz que pedía “un plato de
nueces, por favor”.