Una vez nacido el bebé una nueva etapa comienza. Con tu hijo en los brazos todo es felicidad, te has convertido en madre. El embarazo ya ha pasado y para cumplir en las mejores condiciones tu rol debes mantenerte sana y activa, la actividad física puede ayudarte.
La gimnasia posparto no sólo tiene un objetivo estético, sino que busca que la mujer pueda recuperarse de los cambios que ocasionaron los nueve meses de embarazo. Este entrenamiento muchas veces tiene un tinte de rehabilitación.
Una vez que el médico da la autorización para que la mamá pueda comenzar a realizar gimnasia, el entrenador diagramará un plan de ejercicios adecuados y específicos.
Todas las puérperas tendrán debilitados sus abdominales y deberán rehabilitarlos. Su periné ha sufrido la influencia de las hormonas y ha resistido el peso del embarazo, por lo cual se debe trabajar tanto con la mujer que ha pasado por un parto vaginal como con la que vivió una cesárea. Muchas mamás manifiestan molestias en la espalda, ya sea tanto por la mala posición que suelen adoptar a la hora de amamantar como por el peso del bebé, otras necesitan un momento de calma y relajación. En las clases de posparto deben contemplarse todas estas necesidades y lograr que la misma se convierta en un momento plenamente aprovechable.
Hay clases grupales en las que las mamás encontrarán, aparte de los beneficios físicos, el acompañamiento de otras mujeres que están pasando por la misma situación que ellas. En estas clases grupales se entablan relaciones muy fuertes y favorables. Por otro lado si los horarios se complican la sala de musculación o el acompañamiento de un profesor en forma individual es una muy buena opción y seguramente los objetivos se cumplirán a la perfección. Las clases de posparto con el acompañamiento del bebé son también una muy buena opción para las mamás que no pueden dejar a sus hijos o no tienen con quién dejarlos, en éstas los tiempos muchas veces dependen del bebé, ya que se tiene en cuenta al binomio por igual (mamá y bebé son parte de la clase).
Los fundamentos que llevan a tener en cuenta a estos músculos y a la relajación como principales a la hora del armado de la clase tienen que ver con lo siguiente: si una persona tiene debilitada su pared abdominal puede sufrir los siguientes problemas: los órganos comienzan a funcionar mal, tanto la función respiratoria como la digestiva se ven afectadas, la evacuación se verá perjudicada. La postura no va a ser la correcta, esto puede provocar problemas en la zona lumbar y dorsal, provocando pinzamientos y tensiones excesivas en algunos músculos. El equilibrio puede estar desplazado y esto hará que la persona sea más propensa a caerse. Con un abdomen débil la actividad sexual puede estar afectada. A muchas mujeres tener un abdomen prominente las hace sentir mal, por lo tanto también se podría llegar a afectar la autoestima y la forma de relacionarse con los demás.
La debilidad de la zona perineal provoca en la mujer incontinencia urinaria, disfunción sexual y el prolapso pélvico en la adultez. Las mujeres que sufren de incontinencia urinaria en los primeros tres meses después del nacimiento del bebé y no realizan ejercicios de recuperación de la zona pélvica, tienen más probabilidades de sufrir prolapsos en la adultez. Estos ejercicios deberían comenzar a realizarse, por lo menos, durante la gestación, siempre y cuando no provoquen contracciones uterinas, de lo contrario se deberá suspender la práctica de los mismos y recomenzar con los ejercicios en el puerperio, aún antes de comenzar con la rehabilitación abdominal. La incontinencia urinaria también afecta a la autoestima y a la forma de relacionarse con los demás. La disfunción sexual también es un problema muy importante y se debe hablar con el profesional si es que existiera.
La debilidad de los músculos de la espalda provoca malas posturas, dificultad para mover las extremidades, dolor fuerte de cabeza, mareos, dificultad para respirar (en los casos más graves). De todas maneras los dolores de espalda luego del embarazo, en su mayoría, tienen que ver con las malas posturas, por el peso de las mamas y por el peso del bebé.
Muchas puérperas no logran relajarse con facilidad, no pueden descansar lo suficiente o se encuentran en estado de alerta permanente. Es por esto que es muy importante incorporar a la clase de posparto una buena relajación, con estiramientos, ejercicios de respiración y posturales. Dedicar el tiempo adecuado a la relajación después del entrenamiento local, hará que la clase dure aproximadamente 90 minutos..
Recomendaciones a tener en cuenta: debes consultar a tu médico antes de comenzar con tus clases y pedirle el certificado con las especificaciones pertinentes para presentar a tu entrenador. Avanzar a tu propio ritmo y no esforzarte en la ejecución más de lo que te permita tu cuerpo, “siempre debes respetar lo que tu cuerpo te permite”. Relájate y respira en forma correcta durante la clase. Hidrátate siempre antes, durante y después de la actividad (sobre todo si estás amamantando). Evita fatigarte. Al comienzo tu rutina será de dos veces por semana y a medida que pase el tiempo podrás agregar un día más. Debes perseguir el objetivo saludable en cada entrenamiento, los objetivos estéticos vendrán asociados. Busca siempre un entrenador que sepa trabajar con puérperas.
En una próxima entrega, hablaremos de algunos ejercicios que puedes hacer en casa.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar