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| Querido. Arzubialde es palabra mayor para los hinchas de Alumni, que siempre le demostraron su afecto |
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El vértigo que otorga el fútbol a veces no suele detenerse en sentimentalismos. Y en ese sentido, el entrenador Héctor Arzubialde atraviesa un momento importante en Talleres que debe armar el equipo para ganar el domingo, aunque el partido que viene no será un partido más, ni para él ni para el rival.
El hombre que llevó a Alumni hasta lo más alto (ascenso al Argentino A y semifinalista en esta categoría) se sentará por primera vez en la vereda de enfrente y tal vez cierto cosquilleo tendrá para semejante momento.
Así por lo menos lo reconoció ayer, cuando dialogó en exclusiva para EL DIARIO, desde Córdoba, recorriendo lo vivido en el club villamariense y palpitando el gran partido que se disputará en el Chateau.
¿Pensaste que algún día tenías que enfrentarte a Alumni en un Argentino A?
“La verdad que no. ¿Quién iba a pensar que se podía dar esta posibilidad? Nunca pensé en eso, pero se ha dado así. Lo que sí, me hubiese gustado que este partido se jugara en Villa María para poder saludar a mucha gente que nos trató tan bien, gente que aquí en Córdoba seguramente no podré ver.”
“Es una sensación extraña enfrentar a Alumni. Más allá que me atan sentimientos muy grandes a Talleres, por mi pasado, lo que hemos vivido en Alumni también fue muy importante. Para nosotros es una sensación especial y, aunque estamos con la cabeza de pleno en lo que es Talleres, siempre hemos estado al tanto y pensando en que le vaya bien a Alumni. En esta oportunidad dejaremos un poco de lado esa sensación para pensar en ganarle, es así.”
¿Cómo lo ven al equipo villamariense desde allí?
“Esta zona es muy pareja y no hay que confundirse. A nosotros lo peor que nos puede pasar es subestimar a Alumni porque creo que todo es muy parejo.”
“Alumni seguramente merece tener algunos puntos más. Los partidos que perdió fue por determinadas situaciones que se dan en el fútbol, pero creo que tiene buenos jugadores y que es un rival de cuidado, así que tomaremos nuestros recaudos. Sabemos lo que tiene de tres cuartos hacia arriba, así que vamos a trabajar para ganar un partido que seguramente se nos presentará muy duro.”
En su lugar
Como jugador, Arzubialde fue un símbolo en Jujuy; como técnico, los villamarienses lo recuerdan con todo el afecto. Pero el nativo de Alta Gracia creció en Talleres y parece estar en “su” lugar.
“Estar en Talleres lo tomo como un desafío”, afirmó.
Siempre dijo que iba a volver...
“Sí, como digo que algún día voy a volver a Alumni. No sé los años que pasarán. Cuando dije que iba a volver a Talleres fue cinco años antes de dirigir al equipo. Siempre trabajo al máximo donde me toca y siempre hemos dejado todo como trabajador de esto, tratando de portarnos bien como persona, en los lugares donde nos ha tocado estar. Seguramente que este era el momento de aprovechar el desafío para crecer de la mano con Talleres, más allá de la categoría. Hoy estar en el Argentino A con Talleres implica una necesidad imperiosa, implica impaciencia generalizada... Es la impotencia de verse en esta categoría, pero si el club está en el Argentino A es porque se hicieron las cosas mal y nosotros debemos aislarnos y trabajar con el perfil de siempre, con el mismo perfil que tuvimos en Alumni, en Jujuy, más allá de la gente de uno u otro club. A nosotros no nos va a cambiar la forma de ser ni esta ni ninguna institución.”
Los torneos Argentinos, B y A, siempre fueron muy complicados para cualquiera. Talleres está a un punto del líder y sin embargo es criticado...
“Pasa que nosotros fuimos criticados porque perdimos en San Francisco de mala forma y eso realza el mal momento. Imaginate, perder contra Sportivo Belgrano para un equipo como Talleres es inentendible para la gente, pero la gente debe entender que si uno juega mal se puede perder con Sportivo Belgrano, con Alumni o con cualquiera porque somos uno más, encima con todas las necesidades de salir de esta categoría en forma inmediata. Pero este es un proceso diferente y por eso hablo de presiones que debemos saber sobrellevar. Imaginate que todos los partidos tenés 20 ó 25 mil personas con esa ansiedad de creer que se puede ganar cuatro o cinco a cero, jugando como el Barcelona. Y la verdad que no es así. Esta categoría es diferente. Por eso hablo que ganar de la forma que lo hicimos en San Juan sirve mucho porque fortalece al grupo. Más allá de la grandeza que tenga Talleres, tenemos las convicciones muy firmes en nuestro trabajo y de creer permanentemente en los jugadores. No debemos dejarnos arrastrar por la impaciencia que hay.”
“Cuando terminamos con Sportivo Belgrano, todo el mundo esperaba que yo hiciera cinco o seis cambios, pero lo primero que hice fue llegar el martes y decirles a los jugadores que iba a jugar el mismo equipo porque me salió del alma respaldar a esos jugadores, con la convicción que podían hacerlo mejor. Ahora ganamos dos partidos y con Alumni debemos reafirmar lo que hicimos en San Juan.”
Más allá de las críticas, ser el técnico de Talleres tiene un reconocimiento muy especial ¿Percibe esto constantemente?
“Mirá, nunca me habían insultado. Cuando jugué pude tener buenos o malos partidos, pero siempre di todo. Y como técnico me ha ido bien, mal o regular, pero trabajé al máximo. Esta vez, en el partido ante Juventud de San Luis, que ganábamos 2 a 0 y no podíamos marcar mayor diferencia en el segundo tiempo, sentí desde la platea una serie de insultos cuando me iba y la verdad que me dolió. En el momento uno no sabe cómo reaccionar, primero porque nunca me había pasado y segundo porque no se está preparado para estas cosas. Pero uno va creciendo también y se va encerrando un poco dentro del vestuario, con los jugadores, que es donde pasa la verdad del fútbol. El tema es que Talleres siempre genera situaciones y noticias. El haber ganado dos partidos seguramente va a generar más tranquilidad, pero eso durará 15 minutos, ya que si no podemos convertir en ese lapso, la gente se olvidará de lo reciente. Por eso hablé con los jugadores de una inteligencia emocional para manejarse en los distintos momentos que nos toque vivir en este torneo.”
El técnico
Se fue de Villa María luego de lograr un ascenso y de llegar a semifinales en el Argentino A; dirigió en primera división y en la B Nacional con Gimnasia de Jujuy, se perfeccionó en España.
¿Siente que es mejor técnico hoy o sigue igual?
“La verdad que me siento igual porque esto del fútbol va dando vueltas permanentemente y siempre hemos trabajado al máximo donde nos ha tocado. De la misma forma en que trabajé en Alumni lo hice en Gimnasia. Muchas veces repetíamos los mismos trabajos... No hay grandes secretos en esto. Sí creo que hay que estar cerca de los jugadores. Por supuesto que uno se va permanentemente perfeccionando en algunas cuestiones y que hay situaciones que te hacen crecer. Pero me encuentro en un buen momento personal, tal cual estaba hace cinco o seis años. Lo que sí, este es un desafío importante. Si lográs cosas, seguramente el reconocimiento es mayor. Pero hay que tener algo que nosotros siempre hemos pregonado, que es trabajar con humildad. Es la única forma”.
¿Cómo viene con el ‘Laucha’ (Alberto), su hermano? Cualquiera diría que ya es un talismán...
“Sí, ja ja. Mucha gente lo conoce en una faceta, pero para mí siempre ha sido muy importante. Desde la faz laboral tiene una capacidad impresionante, es una fuente permanente de consulta. Como buenos hermanos, a veces no nos ponemos de acuerdo, ja ja. Pero para mí es muy importante tener su respaldo. Además, estamos con otro ‘profe’, Martín Audano, que trabajó conmigo en las divisiones inferiores de AFA, con Talleres, y es excelente. Y estamos con el ‘Mono’ Irusta, que trabaja con los arqueros y ya estuvo con los anteriores cuerpos técnicos, pero nosotros quizás le dimos un papel más importante.”
El recuerdo
¿Extraña algo de Villa María?
“Relativamente porque estuvimos un año y medio, pero todo fue muy intenso. La gente del Hotel Presidente, Salera, las chicas que nos atendían... Desde esa gente hasta don Rodríguez y su esposa en el club... Todo ha sido siempre de muy buen trato hacia nosotros. Por eso digo que el tiempo dirá, pero seguramente algún día podremos estar de nuevo en Villa María. Además, siempre voy a estar agradecido de Adrián Arzeno y de Carlos Bonaveri. Adrián fue muy importante para nosotros, fue el propulsor para que yo pudiese dirigir a Alumni, más allá de la convicción que tuvo Accastello en su momento. Y Carlos nos ayudó en todo.”
Sus alumnos en el curso de técnicos están a full ¿Sabe que en la Liga Villamariense Edgar Brussa está puntero con Alem y Diego Valle pelea arriba con Rivadavia?
“Sí, me pone contento. La verdad que el curso de técnicos fue algo más que nos unió a Villa María. Fueron dos años; en el primero estábamos desvinculados de Alumni, pero en el segundo hacíamos el esfuerzo de viajar desde Jujuy y fue realmente muy bueno, con gente joven y algunos no tan jóvenes, pero con un entusiasmo grande. Quedó una relación muy estrecha con toda esta gente que hizo el curso. Por eso nos dolió mucho cuando nos enteramos con mi hermano que había fallecido ‘Tito’ Barrera, nos causó mucha tristeza porque uno se va entrometiendo en la vida de cada uno. Lo mismo nos pasa con todos los jugadores de Alumni, por estar permanentemente comiendo con ellos, viendo qué pasaba... A veces eso va ligado al amateurismo, pero es nuestra forma de encarar los manejos de grupos. Lleva a esa relación en la cual hay mayor intimidad. Uno vive y convive cosas lindas y feas.”
“Con esta gente del curso hemos tenido la posibilidad de crecer. A Diego (Valle) que a nuestro criterio era el mejor alumno en el primer año, lo invitamos a Jujuy, estuvo viendo prácticas, charlas técnicas en primera división, estuvo en una concentración. Estuvimos una semana con Diego, viviendo esas cosas. Algunos por cuestiones de trabajo no pudieron hacer eso, pero nos hubiese gustado que se sumaran.”
Lo pongo en un aprieto. Más allá que hoy se debe a la gente de Talleres, ¿qué le dice a esos hinchas de Alumni que antes lo bancaban y ahora necesitan ganarle?
“Cuando fui técnico allí, trataba de impregnar en los jugadores y en todo lo que conformábamos Alumni el mismo mensaje: siempre hay que apostar a más, tratando de creer que se podía. Eso siempre ha sido nuestra filosofía de vida. Nunca nos resistíamos a eso de ser parteneire en ningún lado. Siempre fuimos a ganar y a dejar bien sentado el prestigio de Alumni. Ahora la historia recién empieza. Los objetivos de Alumni quizás no sean tan altos como los de Talleres. Pero hay una serie de situaciones que van más allá del presupuesto. Están dentro de la mentalidad con que uno tome este fútbol nuestro, toque donde nos toque. Por eso estoy convencido que Alumni querrá ganarnos como para tomar envión y bálsamo de nuevas situaciones. Por eso hablo de prepararnos para un partido muy complicado. Pero si a mí hoy me tocara dirigir a Alumni y tendría que enfrentar a Talleres, en Córdoba, iría a ganar con los jugadores que tengo, es la única forma. No saldría a ver qué pasa porque seguramente que se me puede complicar. Siempre voy a hacer fuerzas para que Alumni le vaya bien, menos el domingo.”
A "Falucho"
En medio de la charla con este matutino, Arzubialde reconoció que ahora enfrentará a un jugador que tuvo en el equipo histórico del ascenso: el delantero Carlos Herrera.
“Decile a ‘Falucho’ que no se haga el loco”, bromeó el técnico, que además elogió a Alexis Olivera, actual goleador del Argentino A y compañero de Herrera en aquel equipo de 2006: “El año pasado lo quise llevar a Gimnasia de Jujuy y pensé en él para Talleres, aunque esta vez hubo otras prioridades.”
“Me pone contento que pueda demostrar lo suyo en Racing; si está bien, tiene un potencial para otra categoría”, afirmó.
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