La historia que protagonizaron los vecinos de barrio Ituzaingó fue escrita a partir de la preocupación por la proliferación de cáncer en personas jóvenes, nacimientos con malformaciones y pérdidas de embarazos, entre otros síntomas detectados en esa zona del sudeste de la Capital.
Corría el año 2001 y a pesar de la crisis que vivía entonces el país, ellos no dejaron de preocuparse por el ambiente, hasta que lograron que se realizara un estudio en 30 niños, elegidos al azar, de 4 a 15 años.
El resultado fue contundente: de los 30, 26 tenían en su cuerpo glifosato y endulsofán, componentes de herbicidas. También tenían plomo en la sangre, entre otros contaminantes, dado que ese barrio fue construido sobre deshechos industriales.
“Como docentes decidimos hacernos nosotros el estudio y comprobamos que también estamos contaminados”, dijo Paulina Castro, una de las protagonistas de la lucha y que estuvo ayer en Villa María dando una charla en el Inescer, convocada por las organizaciones sociales que están trabajando para que la comunidad se oponga a la instalación de Innviron.
“Cuando nosotros nos enteramos que esa empresa se iba a instalar en un campo a ocho cuadras de la escuela, dijimos claramente que íbamos a dejar nuestras vidas para impedir la radicación. Y el rechazo tuvo sus argumentos. Toda la comunidad se movilizó tras investigar que de las chimeneas de las plantas que iban a instalar, emanaban gases tóxicos, como los furanos, que nos iban a dejar más expuestos a las enfermedades que lo que estamos hoy. Además, está clarito que es un negociado”, dijo Castro.
Relató así el proceso de lucha. “Cuando nos descubrieron los contaminantes y tras muchas movilizaciones, logramos que el intendente firmara un decreto declarando la emergencia ambiental en nuestro barrio”, dijo. Es por eso que hoy está prohibido fumigar alrededor e instalar cualquier elemento que altere las condiciones del suelo, el agua y el aire.
“Con los docentes, las madres, los vecinos, logramos que dieran marcha atrás al proyecto de Innviron, a pesar de que nos ofrecían el oro y el moro”, dijo. Por ejemplo “nos prometían hacer un parque de entretenimiento y nosotros les dijimos que si se instalaban, lo que íbamos a necesitar era un cementerio parque. Los vecinos no vendieron su salud”, concluyó la docente.

@ Marcha

Las organizaciones que impulsaron la charla ayer, realizarán una marcha con la consiga: “Fuera Innviron de Villa María” el 24 de setiembre, a las 18, desde plaza Centenario hacia la Municipalidad.