“El Aparte Campero no es más ni menos que darle rango de competencia a una práctica habitual que se hace en el campo cuando se busca o encierra animales”, dijo Mariano Wenceslao Andrade, quien estuvo en la exposición de ayer como delegado de la zona Centro de la Asociación de Criadores de Criollos.
Es una de las pruebas más atractivas que comenzó a desarrollarse en Córdoba y fue creciendo hasta tener campeones nacionales.
La prueba consiste en que los equipos integrados por tres jinetes montados sobre tres criollos, lleven a un corral a un trío de vacas de las 30 que hay en el lugar.
“Si se equivoca o se cuela una de las vacas que no debe encerrar, se agrega al tiempo 10 segundos por ejemplar colado”, explicó Andrade. “Es una prueba que le gusta mucho al público y que además manifiesta la calidad del caballo, la capacidad del jinete y es muy fácil de jurar, porque se trata de tiempos y reglas claras”, afirmó.
El tiempo máximo que dan para encerrar a los tres ejemplares es de dos minutos. El récord establecido es de 24 segundos.
De los tres jinetes, uno se queda de portero en el corral más chico y cuando encierran allí la primera vaca, empiezan a rotar ese rol para que siempre sean dos los que acorralan al vacuno y todos puedan asumir todos los roles.
“No es una prueba violenta, no daña a nadie, es un espectáculo para la familia y habla de genuinas tareas rurales. Creo que por eso gusta tanto”, concluyó Andrade.