A pesar de que el traslado definitivo del Molino Fénix, tardará varios años para concretarse, frentistas que se domicilian en las adyacencias de la planta molinera expresaron su algarabía y satisfacción por la retirada del complejo.
"Gracias a Dios que se van. Ha sido muy complejo tener que soportar el ruido y todas las situaciones que se han vivido durante los últimos años (recordemos la caída de un silo tiempo atrás)", manifestó a EL DIARIO, la vecina María del Carmen.
"Está bárbaro que se vayan, todos los días sobrevuela un polvillo muy raro en el ambiente y los días que, creo, el trigo está mojado hay bastante olor", expresó el frentista Juan Pablo.
"Es una verdadera suerte que se retiren, el tráfico de camiones y el peligro de que algo se vuele a nuestras casa es muy preocupante", dijo a su turno, Alfonsina, otra de las vecinas consultadas por este matutino.
Vale destacar que los habitantes del lugar, desde hace bastante tiempo, reclaman por mayores medidas de seguridad en la zona, habida cuenta de la presencia de establecimientos educativos, complejos deportivos y el paso de una de las más importantes vías de acceso al casco céntrico de la ciudad.
“No se sabe con certeza en que momento se van a ir del todo, pero lo importante es que ya dieron el primer paso para lograrlo. Eso también da tranquilidad”, coincidieron en concluir los entrevistados.