Al diablo con su diminuta estatura y las condiciones de solemnidad que podrían configurar los prolegómenos de un recital, de sólo guitarra y voz (sin amplificar), en la Medioteca Municipal Mariano Moreno.
Haydée Alba, la destacada cantante argentina radicada en Francia, salió a escena con una rosa roja en la mano y comenzó a encarnar -literalmente- el personaje que alude en “Malena”.
Entre tangos, valses, milongas y hasta un candombe (todos de repertorio clásico), la artista moldeó la plataforma de música rioplatense que arremetió con marcado acento arrabalero e histrionismo propio de performer (sus aclamadas incursiones en los espectáculos de Alfredo Arias, como “Mortadela” y “Fausto argentino” se pudo certificar en la incunable “Balada para un loco”). Enhebrados en una suerte de relato de amor entre Buenos Aires y París, Alba ofreció delicadas y -las siempre- somnolientas páginas de chansones francesas, con reminiscencias a Edith Piaf. El susurro final en “Ne me quite pas”, de Jacques Brel, con la cabeza gacha y los ojos cerrados, coronó todo su paso por nuestra ciudad.
En los bises regaló, fuera de programa, “Los ejes de mi carreta”, de Yupanqui y el candombe “La Negra María”, recordando los recientes 100º aniversarios por sendos natalicios.                                   J.R.S.