Tiene 48 años, está recién operada de vesícula y la diálisis es una invitada permanente en su vida. Elsa Beatriz González cuenta sus problemas a EL DIARIO, acompañada por su hija Marta.
Sale de la clínica donde la están atendiendo y comparten café y jugo en un bar. Tranquila, con resignación en la mirada, la esposa de un empleado municipal de Ordóñez se confiesa.
“Necesito un trasplante de riñón. Estoy en la lista de espera del Incucai pero hasta el momento (y pasaron algunos meses) no tuve novedades.”
Sin embargo, Elsa se prepara para ese instante. “Me tuvieron que operar de vesícula, tenía una piedra muy grande”. Una buena piedra que hasta mereció una fotografía de sus familiares.
La diabetes, y otras dolencias, fueron un detonante en su severo problema renal.
“Sí o sí, tiene que ir a trasplante”, dice Marta.
Precisamente, sus tres hijas han decidido ser donantes. “Las tres van a hacerse la prueba para ver cuál de ellas es compatible”, cuenta Elsa.
Las chicas partirán a Córdoba el 6 de octubre para someterse a los estudios y que el trasplante pueda convertirse en una realidad.
“Necesitamos ayuda, no tenemos medios suficientes para afrontar todos los gastos que tenemos”, dicen las mujeres que abrieron una cuenta en el Banco Nación para tal fin.

Cuenta en el Banco Nación

Marta, la hija de Elsa, es la encargada de comentar la apertura de una cuenta en el Banco Nación para recibir aportes de quienes están dispuestos a colaborar.
“La cuenta está en Banco Nación bajo el Nº 385111550/1”, informa.
Marta indica a nuestro matutino que el pedido está fundamentado en el alto costo que tienen los medicamentos que consume su madre, la atención profesional y los gastos que puede ocasionarle la estadía en un sanatorio cordobés a la hora del trasplante.
“Hoy tenemos cuatrocientos pesos fijos por semana, más 200 pesos de remedios, y lo tuvimos que pagar por la operación de vesícula. No nos alcanza”. Consultada sobre si reciben ayuda oficial señala que “el intendente nos ayuda en algunas cosas.”