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Qué semanita. Si la cosa sigue a este ritmo, el intendente Eduardo Accastello se recibirá de “doctor anfitrión”, aprobando las materias en menos que canta un gallo. Todos los caminos (políticos) conducen según los últimos acontecimientos, a la Villa. Las excursiones desde Buenos y Córdoba hacia la “niña nacida a orillas del Tercero” están en su mejor momento y como en la Fiesta de Serrat, todos “bailan y se dan la mano” sin importar las diferencias.
Dinero, convenios, anuncios y cortes de cinta. Una fiesta de cumpleaños con regalos de todos los tamaños que harían llorar (si fuera posible) al padre de la criatura. Es más, el día del cumpleaños de la Villa llovió. Toda una señal. Para ser parte de algún episodio de los “Expedientes secretos X”.
Qué semanita bajo el sol y la sequía de setiembre. Si algún mal pensado (entre los que me incluyo) creía que Juan Schiaretti y Eduardo Accastello estaban distanciados, tuvo que revisar la lógica de sus pensamientos. Los amigos de ayer serán los enemigos de mañana y viceversa. Así se cuecen las habas, con mucho condimento. La cuestión es que para espasmos de algunos y alergia de otros, el mandatario provincial pasó dos días arrojando regalos a las aguas del Ctalamochita. Después de haber arreglado el envío de fondos de la Nación.
Todo sube
Schiaretti llegó a la Villa con los bolsillos y el paquete de anuncios bien, bien llenos. Ni un mínimo espacio dejó. No quería, da la impresión, ser menos que la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, que días antes había traído dos millones y medio en su equipaje.
Más de un millón para las 36 viviendas de Villa Nueva, más de un millón para la Nicolás Avellaneda, miles para obras en los pueblos y la promesa del nuevo hospital Pasteur con un costo de ochenta millones de pesos. Todo sube, sin duda a pesar de los índices de Guillermo Moreno. Primero se hablaba de un hospital de 16 millones, después ya en campaña se habló de 25 millones, la apuesta subió a 30 y ahora (en plena crisis financiera del capitalismo) ya la obra pasó a costar 80 millones y todavía ni se llamó a licitación. Vayan imaginando, cuál será el precio cuando pongan el primer ladrillo.
El gobernador no vino solo. Trajo a todos sus ministros, convirtió a la ciudad en capital política por un día, dejó contento a Marcelo Frossasco, llevó a Raúl Costa a cortar cintas y otorgó al intendente de Villa María el privilegio del anfitrión. Si hay diferencias que no se noten. Sonrían. Total el mundo es ancho y ajeno.
La gira de Schiaretti continuó (24 horas después) en Villa Nueva para inaugurar una escuela muy especial para el corazón de la gente. Y Frossasco y Guillermo Cavagnero coincidieron en la misma sintonía. Por unas horas se olvidó que cada uno es cada cual.
Pero también, vino la titular de Medio Ambiente Romina Picolotti y un funcionario de Vialidad Nacional y aseguran que en cualquier momento viene Néstor Kirchner. Si anda cerca, deje las penas por ahí... y venga a Villa María.
CLASIFICADOS
"Somos la tercera ciudad en la provincia en cantidad de habitantes y queremos ser, y lo vamos a lograr, la primera ciudad en calidad de vida de la provincia y eso se logra únicamente trabajando juntos entre todos los que conformamos Villa María."
Eduardo Accastello
"Ahora es el turno de pagar la deuda interna."
Hugo Moyano
“La obra (del nuevo hospital para Villa María) tendrá un costo de 80 millones.”
Juan Schiaretti
“Estamos trabajando para darle solución al tema de la basura (en Villa María) con un proyecto ambicioso y sólido.”
Romina Picolotti
“América Latina no es el continente más pobre, es el más injusto.”
Cristina de Kirchner
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