Farándula, orgullo villamariense La noche del 16 de setiembre viví una experiencia inolvidable. Fui invitado a la Farándula 2010, festejo anual del Instituto Rivadavia de la ciudad de Villa María, Córdoba. A pesar de encontrarnos en las puertas de la primavera, el invierno se imponía todavía con un viento muy fresco que azotaba la tribuna colmada de público entusiasta que se apretaba ocupando casi absolutamente los escalones del estadio Manuel Ocampo, mientras esperaba el inicio del espectáculo. Al ingresar al predio, unas niñas sonrientes obsequiaban un volante que decía: 1.600 jóvenes, 180 niños, 80 años del secundario, 50 años del jardín... ex alumnos. Impresionaban los festejos bulliciosos de los que más tarde advertí, eran los alumnos del sexto año, a escasos tres meses de egresar. Gritaron cánticos y vivas antes y durante toda la fiesta. Con total algarabía, más de 200 alumnos se hacían sentir como el grupo más activo desde lo alto del estadio. De algún modo, se expresaban manifestando la angustia que supone, "abandonar" esta gran familia, como miembro activo. El desarrollo de los números artísticos presentados por cada división, las coreografías, la música elegida, el manejo audiovisual del espectáculo apoyado con pirotecnia, pantallas gigantes… y muy especialmente el desempeño de una especie de "tribuna activa" que funcionaba como eco del escenario, donde más de cien jóvenes vestidos de blanco "acompañaban" el ritmo de los números sobre el escenario; daban muestras absolutas de una larga experiencia en este tipo de eventos, además de un trabajo y un esfuerzo impresionantes para lograr semejante puesta. Esperé en vano, durante las casi dos horas que duró la función, comentarios demagógicos, promociones, publicidades… algún eslogan, chivos… En fin, la propaganda lógica que supone este tipo de organización faraónica. Pero no recuerdo haber escuchado con ese sentido el nombre Rivadavia. Todos festejaban estar allí con gran alegría y absoluto entusiasmo, con espíritu de carnaval, vendimia y fin de año. Tampoco apareció algún "dueño", "director", "alma mater", que se adjudicara semejante triunfo… simplemente dos mil almas felices, teñidos de amarillo y negro, bomarrachados de alegría, emocionados, orgullosos, dichosos… abrazados cantando un himno único bajo un espíritu tan mágico como contagioso… y sobre las tribunas, otras tantas almas con el corazón en el mismo abrazo, respirando igual sentimiento de pertenencia y agradecimiento. Daniel Javier Rodríguez DNI: 17156055 Córdoba capital Fundación agradecida La Fundación Cultural "Doctor Antonio Sobral" agradece a los ex alumnos que con entusiasmo y alegría respondieron a nuestra convocatoria para cantar, todos juntos, el "bomarraca", en la Farándula del 50º/80º aniversario. Esta actividad fue parte del proyecto 2010 de la Fundación Sobral relacionado con la celebración del 50º aniversario del Nivel Inicial y el 80º aniversario del Nivel Medio, y se sumó a la muestra fotográfica titulada: "Nuestra identidad en 130 imágenes". Como cierre de los festejos, la Fundación Sobral invita a la Primera Cena Anual a realizarse el sábado 2 de octubre en Greystone. Invitamos a todos a sumarse a nuestro proyecto "Amarillo y Negro".
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