Juan Enrique Romero arribó en horas del mediodía al predio de la Mega Ericca. Y al paso por la carpa de las mascotas comenzó a hilvanar conceptos que luego redondeó en la tribuna de la pista de remates, frente a un centenar de amantes de los animales.
Antes de llegar a la primera de las charlas previstas, el veterinario pasó por el sector de Granja, donde manifestó que se había distribuido correctamente y estaban dispuestos en excelentes condiciones los animales, destacando la separación de las madres (ovejas con crías recién nacidas).
Una vez frente a su público, apuntó cada frase a resaltar el respeto por los animales, en el día en que afirmó que cumplió 35 años en la profesión que decidió casi a los 25.
Con argumentos sólidos, el ex director del Jardín Zoológico de Buenos Aires explicó desde qué es un perro, de qué manera es el único que acompañó al hombre durante miles de años. “No piensen que lo afirmo sólo desde la ternura”, aclaró en el comienzo, aunque cada palabra llevara guardada esa esencia. Encargó a los presentes que “la próxima vez que alguien la falte el respeto a un perro, que sepa que estamos acá gracias a él”.
Y luego desmitificó que sea necesario esperar el primer celo para castrar a una perrita, basado en estudios de la médica Teresa Fossum, que indica que reduce al 0% la posibilidad de tumores mamarios en la hembra. También detalló sobre esta decisión que consideró saludable para el animal.
Además, sostuvo que si las personas no dejaran perros sueltos, mejoraran el cerco y llevaran adelante una adecuada castración, “no serían necesarios los refugios”.
Expresó que “no hay perro peligroso”, sino que, citando otro estudio, “la conducta del animal se conforma: 30% genético y 70% de su ambiente” (Conrad Lorens).
“Por lo tanto, la reflexión debe hacerse sobre el hombre, no sobre el perro, porque los autos no cruzan semáforos en rojo”, ironizó e instó a participar, capacitarse e involucrarse, para que haya mayor control sobre los propietarios de los perros.
Entre sus palabras, puntualizó que la raza Rottweiller “no es un asesino, ni que lo diga una ordenanza”.

Buen día

Las colas en los accesos se transformaron en interminables en las primeras horas de la tarde. Puede que tras la reunión familiar de los domingos los villamarienses y los vecinos de la región hayan decidido (o haya estado planificado) visitar la Mega ERICCA, porque los grupos fueron colmando cada espacio de la muestra que bien se merecía una tarde como la de ayer. O al menos hasta cerca de las 18, cuando la historia se hizo “figurita repetida”.
No importa, fueron horas de algarabía para visitantes, expositores y organizadores en general, porque el marco alcanzado puede quedar en la historia de esta ciudad que hoy celebra su cumpleaños 143.
Vale mencionar que, si bien la mayoría de los rubros que se muestran no consideran aprovechables del todo los domingos por la visita familiera, entre los asistentes de ayer pudieron visualizarse una variedad, una mezcla, un todo, porque el habitante de la región es eso también, por lo que no faltaron los que acudieron a los espacios donde hay tractores, cosechadoras, enfardadoras, guinches y demás para despejar dudas o relizar un contacto.
Puede que la lluvia haya acortado la jornada, pero la gente disfrutó con los niños hasta de “saltimbanquis”, el toro mecánico, areneros o mini cuatriciclos. Otro sector que ayer recuperó su esplendor fue el de la Granja, con circulación permanente de grandes y chicos.
Las carpas, como por ejemplo de Expo Artesanías, estuvieron bien visitadas ayer. Muchos de los stand de este tipo tuvieron ayer una remontada en las ventas.
Un detalle que también vale mencionar es que la renovación en la diagramación de la muestra, y en la que claramente influye su crecimiento para esta edición, hacen que la tradicional arteria principal del predio no fuese en esta oportunidad la más transitada. El colorido se aprecia más en el sector de los fierros, que reúne también a las concesionarias de automóviles, camiones, cueros, moda y demás, y que desemboca en el rincón donde se alza la carpa Shopping de quesos, de gran éxito en cada jornada.

Hacer camino

La lluvia y el trajinar de los vehículos en la jornada del sábado habían dejado en un estado intransitable los accesos y calles internas de la muestra, por lo que la organización debió multiplicar los recursos para que ayer luciera de la mejor manera y se pudiera recorrer sin inconvenientes.
En las últimas horas de la tarde de ayer, el agua vuelve a desafiar a los emprendedores de esta muestra, para un día más.