Durante varios años se ha observado que la consulta de rutina al oftalmólogo incluye en gran medida la dificultad de no ver de cerca después de los cuarenta años. Vulgarmente se identifica a esta dificultad como un proceso que delata la edad del que lo padece. Es por eso que los avances científicos en nuestra especialidad también se han orientado a buscar una solución a este problema.
Digamos que la cirugía ha venido a corregir la falta de visión de lejos, que padecen tanto los jóvenes como los adultos y adultos mayores, pero no ha tenido la misma respuesta satisfactoria para corregir la visión de cerca.
En los últimos tiempos estamos asistiendo a la posibilidad de que con un tratamiento con colirios esta dificultad pueda ser corregida, y esto nos ha movilizado tanto a los facultativos que pretendemos ofrecerles a los pacientes lo mejor y de fácil acceso, como a los pacientes que pretenden tener la mejor calidad de visión que se le pueda ofrecer, básicamente sin tener que usar lentes correctores.
La presbicia podría ser definida como una esclerosis o endurecimiento del núcleo del cristalino, de modo que las fuerzas que normalmente deforman al blando cristalino durante la juventud (elasticidad capsular), no producen ya efecto alguno. Se ha sugerido también que la disminución de la plasticidad de la corteza del cristalino es el resultado de una pérdida del contenido acuoso del cristalino con la edad.
Debo también mencionar que existen dos explicaciones sobre la presbicia:
1) que el núcleo del cristalino crece y se vuelve rígido con la edad y la corteza moldeable se reduce y
2) que el mascullo ciliar se debilita con la edad y no puede relajar adecuadamente a las zónulas. Fincham descubrió que los cristalinos dislocados o extraídos en la cirugía de catarata presentaban las alteraciones antes descriptas.
Si el ojo es emétrope (para que se entienda: ve bien de lejos sin lentes), el punto próximo variará con la edad de la persona, es decir que estará más cercano en el ojo de los jóvenes y retrocede gradualmente hasta aproximadamente la edad de cuarenta y cinco años, en que se produce un retroceso mucho más rápido.
La pérdida del poder de acomodación con el retroceso del punto próximo continúa hasta aproximadamente los sesenta años, época en la cual se ha perdido la acomodación en forma completa.
Analizado el proceso productor de la presbicia, en próximas entregas describiré las alternativas para corregir este problema, con las cuales se intenta evitar que el paciente use lentes correctores.

Dr. Raúl Eloy Baigorrí
Centro Privado de
Oftalmología