El día 3 de octubre fue institucionalizado como Día del Odontólogo a raíz de una reunión que se llevó a cabo en el año 1917, en Santiago de Chile por profesionales de 20 países que formaron la Federación Odontológica Latinoamericana.
El odontólogo o dentista es un profesional capacitado para llevar a cabo un conjunto de actividades de prevención, atención, diagnóstico y tratamiento de las patologías y alteraciones bucodentales. Su trabajo requiere tener sólidos conocimientos teóricos de la anatomía de la boca, también de las técnicas de tratamiento y ortodoncia. Deben tener vocación, dedicación y una especial disposición hacia la atención sanitaria a las personas.

@ Prevención

Los odontólogos están participando cada vez más de los equipos multidisciplinarios que realizan atención primaria de salud.
Esto es porque una correcta salud bucal, con visitas periódicas al dentista de confianza, ayuda a mantener un buen estado general en las personas, desde niños a mayores.
Hay que tener en cuenta que cuidar bien la boca y los dientes durante toda su vida puede ayudar a prevenir problemas a medida que envejece. Cuidarse los dientes significa cepillarse y pasarse la seda dental cada día y visitar al odontólogo regularmente.
En este informe, recomendamos las acciones básicas, según cada edad.

@ Lactantes y niños

El primer grupo de dientes ya está casi completamente formado al nacer. Al principio, estos dientes están "escondidos" debajo de las encías.
Usted puede cuidar de los dientes de su bebé siguiendo estas sugerencias:
• Límpiele los dientes de leche cada día. Cuando le salen los dientes de leche, límpieselos frotándolos suavemente con una toallita de baño limpia y húmeda. Cuando los dientes de leche estén más grandes use un cepillo de dientes para niños.
• Los niños menores de dos años de edad no deberían usar crema dental. En vez de esto, use agua para cepillarle los dientes a su niño.
• No deje que el niño se quede dormido con el biberón en la boca. Esto puede dejar leche o jugo sobre los dientes y causar la formación de caries que se conoce con el nombre de "caries de biberón".
• Anime a los niños mayores a comer bocadillos (“snacks”) que tengan poca azúcar; tales como frutas, quesos y verduras. Evite darle a su niño dulces que son pegajosos y gomosos.
• Enséñele a sus niños cómo cepillarse los dientes y la importancia de mantener sus dientes limpios.
• Lleve a sus niños al odontólogo con frecuencia. Recomiendan hacer la primera visita de control después de cumplir un año de edad.

@ Adolescentes

Cuidarse bien la boca y los dientes le ayudará a tener un aliento agradable, una bonita sonrisa y menos caries. Estas son algunas sugerencias:
• Cepíllese los dientes dos veces al día con una crema dental con fluoruro.
• Pásese el hilo dental por lo menos una vez al día.
• Tiene que tener en cuenta que el fumar, mancha los dientes.
• Utilice equipo apropiado para proteger la cara mientras juega deportes de contacto.
• Visite a su odontólogo cada año para hacerse chequeos y limpiezas regulares.

@ Adultos

Continuar el buen cuidado de la boca y de los dientes en la edad adulta le puede ayudar a prevenir la pérdida de los dientes, dolor en las encías u otros problemas. Aquí están algunas recomendaciones útiles que usted puede llevar a la práctica.
• Cepíllese los dientes dos veces al día con una crema dental con fluoruro.
• Pásese el hilo dental por lo menos una vez al día.
• Pregúntele a su médico si sus medicamentos tienen efectos secundarios que podrían dañar sus dientes; por ejemplo, algunos medicamentos pueden hacer que usted tenga la boca seca.
• Mírese dentro de la boca con frecuencia para ver si tiene llagas que no curan, encías irritadas u otros cambios.
p Visite a su odontólogo con frecuencia.
• Si tiene algún problema en los dientes o algo relacionado con su boca que le preocupa, vaya a ver a su médico u odontólogo enseguida.

Como se puede ver, el odontólogo es un profesional al que hay que recurrir no sólo en casos de dolor o de caries, sino, fundamentalmente, para prevenir y hacerlos cómplices de una sonrisa saludable.
@ Los malos hábitos y sus consecuencias

Cada vez que usted lleva un alimento a su boca, pone en funcionamiento una compleja maquinaria: músculos, huesos, articulaciones, nervios, encías y dientes son sólo algunos de sus componentes.
¿Sabía que, si enferma cualquiera de estos componentes, todos los demás se resentirán levemente o incluso enfermarán gravemente?
Existe un delicado equilibrio entre todos ellos, por lo que, si uno enferma varias funciones vitales se verán afectadas, a saber: masticación, fonación, deglución, digestión, a veces la respiración y siempre, de una u otra forma, la estética.
Es necesario saber que un mal hábito puede acarrear un gran daño en todo el sistema. Y estos malos hábitos no son solamente conscientes. También hay patologías, como la respiración bucal, que se puede detectar cuando se deja mojada la almohada durmiendo o el bruxismo, que es un hábito lesivo de apretamiento dentario.
Este mal hábito puede ser diurno o nocturno, y consiste en apretar (rehinar) los dientes con inusitada fuerza y deslizarlos unos contra otros, fuera de los movimientos de la masticación.
El bruxómano tiene al estrés como principal socio y utiliza varias horas del día (y lo que es más grave, de la noche) en apretar sus dientes.
Las consecuencias de este hábito son variadas. Pueden afectar los músculos, con dolores e inflamación; o las articulaciones o bien, la parte ósea, lo que provocará pérdida de piezas dentales.
En casi la totalidad de los casos, hay un tratamiento adecuado para resolver el problema y generalmente, con metodologías simples que sabrá indicar el odontólogo.