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“Falucho” Herrera, el goleador de Alumni, disputa una pelota con un defensor de Maipú. Ayer no pudo marcar (foto gentileza diario Los Andes) |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial)
Empezar bien una nueva etapa es un signo esperanzador y así tal vez lo visualice Alumni, que ayer tuvo el debut de su técnico Víctor Riggio con una buena noticia: sumó por segunda vez en el campeonato, al empatar sin goles ante Deportivo Maipú de Mendoza.
Será quizás por una cuestión de energía o ánimo del flamante entrenador, el caso es que nunca antes en este certamen había pasado que Alumni saliera de la cancha respirando tranquilo y el rival se retirara cabizbajo.
Por diferentes razones, en las fechas anteriores había que lamentar todo tipo de sucesos que ponían al equipo villamariense en una nebulosa, perdido. Y ayer, en cambio, hasta las jugadas fortuitas que antes terminaban en gol en contra ahora salieron afuera por poco en el arco propio.
Así el fútbol. La mala suerte complicó a veces al saliente Carlos Ranalli y el impulso anímico parece empezar a brindar el “Tano” Riggio, quien preparó un dispositivo ultra defensivo para dificultar el fútbol de Maipú y el negocio le salió redondo, como para tener en cuenta cuando comience a darle más trabajo a este plantel.
Lo que no cambió fue la falta de precisión que tuvo el equipo para aprovechar las chances que se le presentaron, ya que estuvo cerca de ganarlo.
Maipú, necesitado de una victoria como local, salió a comerse crudo al elenco fortinero, pero éste lo esperó con dos murallas, le dio batalla en el medio, tomó al estratega Carlos Coria con una gran marcación de Nahuel Caler y entonces el equipo mendocino se vio forzado a tirar la pelota a cualquier parte.
Así, los primeros 20 minutos fueron de sostén por el lado del visitante y los arqueros prácticamente eran meros espectadores, hasta que Alumni se animó y puso en aprietos a Martín Ríos en tres oportunidades.
Tres veces la tuvo Esteban Canelo, llegando a posición de gol, pero primero recibió un pase de Carlos Herrera y la tiró apenas cerca de un palo, en el área chica; luego remató cruzado y el balón se perdió por el mismo lugar que antes. Y finalmente llegó como una tromba para capitalizar un centro, pero la pelota le pasó por milímetros por encima de la cabeza.
En uno de esos avances, el equipo villamariense sufrió un sofocón por un error de Matías Bolatti, quien entregó mal un pase y provocó el contragolpe de Lucas Gamba. Sin embargo, Carlos Ronco se hizo grande y tapó dos veces, ante el propio Gamba y posteriormente a Leonardo Abálsamo.
Después Bolatti protagonizó una acción en el otro arco, cuando recibió una pelota regalada por la defensa local y quiso ajusticiar a Ríos, quien reaccionó de gran manera y la desvió con una mano.
Hasta allí, Alumni hacía un trabajo formidable porque se aseguraba bastante bien atrás y trataba de resolver rápido adelante, aunque tuvo algunas desconcentraciones, una de las cuales terminó en una clara posibilidad que dilapidó Coria, de cabeza.
No obstante, fue de lo poco que hizo el “Pampero”, quien se mostró fastidioso por la marca personal y nunca se entendió con sus compañeros de ataque.
Así, Alumni ganaba en confianza para el segundo tiempo, aunque esa etapa fue más de sufrimiento, ya que Carlos Sperdutti, DT de Maipú, metió dos cambios ofensivos de arranque, con el ingreso del movedizo Rodrigo Aguirre como lo más interesante.
Así, el elenco mendocino fue a la carga barracas, casi siempre con centros cruzados que terminaban en la cabeza de Gastón Molina (su mejor partido desde que llegó al club) o el “gringo” Díaz, mientras Diego Villagra clausuraba su sector con personalidad.
No obstante, Coria llegó una vez más con un cabezazo desviado y luego el ingresado Quiroga sacó un remate a las manos del arquero.
Lo más preocupante pasó por un par de desaciertos de Ronco, a quien se le pasó un balón por arriba y le convirtieron, pero en posición adelantada. Y sobre el final, salió a cortar mal y lo salvó Molina, despejando en sus espaldas. También zafó el “uno” fortinero cuando Coria mandó un nuevo frentazo que hizo estrellar la pelota en el poste.
En ataque, Alumni sintió el desgaste y por eso Riggio introdujo variantes que casi le traen beneficios, puesto que Diego Bonaldi (remplazante de Strada) estuvo muy cerca de quedarse con toda la gloria cuando remató dos veces, primero cerca de un palo y luego a las manos de Ríos.
Igual, el empate fue justo. Alumni se retiró satisfecho por su labor, como si fuera un puntapié inicial interesante. Y Maipú salió silbado por sus hinchas. En síntesis, los humores parecen querer cambiar de bando.
La figura
Nahuel Caler sacó de quicio a Carlos Coria y, por ello, fue decisivo en el partido. Lo bueno es que el central hizo un trabajo limpio, sin fallas y entonces fue el estandarte del aguante de Alumni. También se lució el resto de la defensa, como el pibe Mascambroni, otra vez de buen partido.
El árbitro
El santafesino Pablo Ocampo tuvo una tarea sin grandes fallas. Supo desenvolverse en el terreno con autoridad. Sólo le faltó amonestar en dos ocasiones por faltas bruscas. Pero cumplió y ninguno de los dos conjuntos pudieron reprocharle su trabajo al finalizar el encuentro.
“Los vi ganadores”
Aplaudió, dio ánimo y en ningún momento se enojó. Víctor Riggio se mantuvo tranquilo en su debut como técnico de Alumni. Entendía que el partido podía salir como salió y por eso se sintió satisfecho por el debut, aunque dijo que “el equipo está para seguir creciendo”.
“Este empate es importante por el lugar donde jugamos y por poder salir de una situación complicada”, rescató el “Tano”, quien además recalcó que “los jugadores se sienten mejor porque el resultado los revitaliza anímicamente”.
En ese aspecto, teniendo en cuenta el poco tiempo que tuvo para moldear algo en la formación fortinera, el nuevo entrenador no quiso hablar demasiado sobre su forma de afrontar el partido, algo que le reprochó su colega Carlos Sperdutti cuando salió de la cancha.
Por lo pronto, Riggio sostuvo: “El rendimiento fue bueno de acuerdo a lo que hablamos y planificamos”, pero aclaró: “Creo que tendríamos que mejorar porque de esta manera, jugando de visitante, con este esquema, podemos tener más ambición con respecto a atacar”.
Más allá de todo, volvió a remarcar: “A los jugadores los vi ganadores, con decisión, con una expresión de personalidad para hacer las cosas bien y creo que esto les va a venir bien”.
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