Con motivo de cumplirse los cien años del modelo Ford T, se está desarrollando una caravana denominada centenario, que partió desde Punta del Este (Uruguay) el sábado 27 de setiembre y que unirá dicha ciudad con Valparaíso (Chile), tras previo paso por nuestro país.
El evento es organizado por el Club de Automóviles Antiguos de la Quinta Región de Chile, por el Primer Club de Ford T de la Argentina y del Primer Club Uruguayo de Ford T.
Precisamente, ayer por la tarde llegó a nuestra ciudad el Ford T modelo 1926 Tourin 4 puertas que es conducido por el cordobés Daniel Bollo -acompañado por Bailey Retting (Los Angeles-Estados Unidos)-, que han asumido esta travesía que unirá “Dos océanos y tres países”.
También llegó a nuestra ciudad Héctor Gentile, de Zárate, a bordo de un Ford T modelo 1926 Fordor cuatro puertas, mientras que acá lo estaban esperando Sergio Forconi, de Corral de Bustos, con un Ford T modelo 1926 Touring, José Catáneo, de Chivilcoy, con un Ford T Espister modelo 1908 y el anfitrión de nuestra ciudad, Jorge Carnevale, a bordo de un Ford T 1927 Tudor.
Todos estos últimos nombrados acompañaron a Bollo de nuestra ciudad hasta la capital provincial, donde se desarrollaron los actos centrales del Centenario del Ford T.
Previamente, todos estos autos fueron exhibidos en una exposición estática en el estacionamiento del ferrocarril en el centro de la ciudad y posteriormente se desarrolló una conferencia de prensa en el Museo de Ramos Generales.
Tras dichas visitas, EL DIARIO dialogó con uno de los protagonistas de esta travesía, Daniel Bollo, quien manifestó: “Con esto queremos festejar el centenario del Ford T y además darle difusión a la historia del Ford T tiene un antes y un después, porque fue un auto revolucionario”.
Ahí nomás, explicó que “hay tres aspectos fundamentales: los técnicos, que en ese momento no se conocían como el block de fundición y la tapa de cilindros desmontable de acero albanario, que es el secreto que les permite continuar andando por las rutas”.
Y siguió: “Otra revolución fue que para producir quince millones de vehículos se necesitaba toda un infraestructura logística significativa. El día que se produjo el mío se hicieron 8.027 autos en un solo día, lo que demuestra semejante nivel de producción”.
Y, para concluir, describió que “el Ford T también produjo un cambio social, se crearon carreteras, talleres y se construyeron garajes y cocheras en las casas, que no existía en 1908”.
Por otra parte, Bollo (que es contador público) expresó que “el auto no tenía un costo elevado, apenas 270 dólares, por lo que estaba a la altura del presupuesto de mucha gente” y ante la consulta sobre sí había tenido problemas desde Punta del Este hasta nuestra ciudad dijo: “Solamente perdimos un tornillo de una cortina y hubo que cambiar un foquito trasero”.
Para entender la semejanza de esta travesía, vale destacar que los protagonistas recorren cerca de 300 kilómetros por día, que el combustible que utiliza el Ford T es nafta común, mientras que los neumáticos que equipan el auto se fabrican en Catáneo Neumáticos, de Marcos Juárez. Y, como dato estadístico, en el país ingresaron 120.000 unidades.
Además, vale resaltar que el auto que conduce Bollo fue reparado hace 8 años (él mismo se encarga del mantenimiento) y tiene una velocidad máxima de aproximadamente 73 kilómetros.
Vale resaltar que este cordobés siempre se animó a estos tipos de emprendimientos, debido a que con el mismo auto unió en 2000-2001 “ La Quiaca-Usuahia ”.
La Caravana del Centenario del Ford T pasó por Villa María gracias a las gestiones de un apasionado villamariense, como Jorge Carnevale, y fue un hecho que no pasó desapercibido por los vecinos, que en muchos casos se sorprendieron por el estado impecable que presentaron los autos del óvalo.