Javier Eduardo Caula, Alicia Esther López de Arcas, Daniel Federico Carmona, Fernando Martín Páez, Luis Orlando Aristimuño, Gabriel Pons, Rafael Alberto Barroso, Gabriela Massó de Moreno, Lindor César Stagnari, Carlos Alberto Tallone y Fabiana Sainz son vecinos del barrio Solares de la Villa, y ayer lograron escriturar sus viviendas luego de más de 10 años de dura batalla judicial.
Apenas iniciada la mañana, la Escribanía Spila-Durán, a cargo de la realización de las escrituras, fue recibiendo uno a uno los vecinos que llegaban ansiosos, muchos de ellos antes de la hora estipulada. Y esperaron en la vereda, cigarrillo en mano, como aquel novio que se despide de su soltería en la puerta de la iglesia aguardando a su prometida.
Las escribanas Alcira del Valle Spila y Natalia Durán, madre e hija, fueron las encargadas de entrevistar a los vecinos y corroboraron que todo estuviese en orden. Una vez cumplida con esa formalidad, se citó al síndico de la quiebra, el contador Rodolfo Vázquez, quien es la persona designada por el juez Augusto Cammisa para que, en representación de la empresa constructora, suscriba las escrituras.
Los vecinos convocados en la sala de firmas de la escribanía veían cómo se hacía realidad el sueño de tener a su nombre la casa por la que tanto penaron y lucharon durante más de una década.
No faltaron las bromas, como así tampoco las lágrimas que purificaron el sentimiento de poder decir “al fin, esta es mi casa”.
También se escucharon algunas voces de agradecimiento a todos los que hicieron esto posible, y no descartaron realizar un gran festejo en las calles del barrio convocando a todos lo que colaboraron para llegar a este final feliz.

Un buen regalo

Una situación muy particular vivió Gabriel Pons, quien pasada las 9 de la mañana llegó a la escribanía acompañado de su esposa, y permaneció en silencio casi toda la mañana. Simplemente se limitaba a contestar aquellos datos que la escribana Durán le requería.
En eso, la notaria, delante del resto de los vecinos develó el secreto: “Mañana usted cumple años... ¡qué buen regalo!”. Y así fue. Entre dientes, este trabajador del comercio de una tradicional ferretería de la ciudad tuvo que reconocer ante el grupo de compañeros que, efectivamente, había nacido un 7 de octubre hace más de cuarenta y pico de años. Por supuesto la exigencia fue inmediata: “¡Que invite a festejar!”. Y entre apurones y negativas, por poco comienza un nuevo juicio entre los vecinos, sólo que en este caso pasó a un cuarto intermedio hasta que Gabriel fije día y hora para compartir un asado de camaradería… ahora sí en la casa propia.
Finalmente, el abogado que patrocina a los vecinos que ayer escrituraron, Eduardo Luis Rodríguez, junto al síndico y las escribanas, controlaron que todo estuviese en orden antes de darse por concluida la ceremonia notarial.

La orden del juez

Tal como lo explicaron las escribanas, es el juez a cargo de la quiebra quien dio la orden de escriturar en razón de que se pudo determinar que los vecinos abonaron a la empresa más del 25% del valor de la vivienda, lo que, conforme al artículo 146, inciso 2º de la Ley de Quiebras y Concursos, y al artículo 1.185 bis del Código Civil, autoriza a que el síndico, en representación de la quiebra, les otorgue la escritura.
Cabe recordar que desde el 20 de marzo de 2007, por Sentencia Nº 108, se declaró la quiebra de “Jorge Eduardo Suárez Empresa Constructora SRL”. Esta medida implica que la administración y los bienes de la empresa quedan a cargo del juez de la causa y el síndico, quienes los administrarán y adjudicarán conforme al reclamo de los acreedores.
En este caso, los vecinos de Solares de la Villa lo hicieron pidiendo las escrituras de sus casas.
Y lo lograron.