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Grandes. Arzubialde (en el centro) presentó a Gasparini (a su derecha) y Valencia. Fue el lunes por la noche, en la UNVM |
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Decir “Pato” Gasparini es decir Racing de Nueva Italia. Y no es para menos. Allí, el hoy técnico de fútbol fue un jugador emblemático que supo ganarse el amor de su gente. Y allí todavía lo tienen, sentadito en la platea para observar a su querido equipo.
En ese sentido, su voz es autorizada cuando le consultan sobre el próximo rival de Alumni, a lo que Gasparini, de visita en la ciudad (ver aparte), accede sin problemas.
“A Racing lo vi los partidos de local”, aclaró, para luego comentar: “Preocupa su presente porque el año pasado la gente estaba acostumbrada a ganar y, cuando eso sucede, después se hace difícil cuando se pierde un par de partidos”.
Más allá de esto, Gasparini afirmó que “la tolerancia de la gente es menor, pero Racing cambió toda la estructura de ese equipo anterior y por más que hayan quedado cuatro o cinco jugadores, la columna vertebral del equipo se ha visto resquebrajada y eso provocó que no tenga buenos resultados hasta el momento”.
Racing viene de caer goleado ante Juventud Antoniana (3-0) y suma 7 puntos, igual que Alumni, aunque todavía debe quedar libre, motivo por el cual será fundamental una victoria inmediata.
En caso que no la consiga, Gasparini no augura problemas.
“Van muy pocas fechas y el Argentino A es un campeonato muy largo”, comentó. Además, volvió a resaltar que “hubo un gran recambio de jugadores y muchas veces los equipos se forman solos, en base a resultados”.
“Es fácil acomodar un equipo cuando vas ganando, a veces hasta jugando mal; en cambio, conseguir armar un equipo con urgencias y concreciones resulta difícil”, agregó.
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