Para los músicos británicos, los años setenta jalonaron todos sus intentos por introducir sus mejores composiciones en los Estados Unidos fue un período de éxitos tanto en lo creativo musical, como en el aspecto de las ventas.
En el caso de Elton John, su llave maestra fue el tema "Goodbye yellow brick road" (Adiós camino de ladrillo amarillo), incluido en el “long play” doble con título homónimo. Mientras tanto, el panorama para los Rolling Stones también se tornaba promisorio y de la mano del álbum "Sticky fingers" (Dedos pegajosos), lograban la venta de millones de placas. Otro ejemplo de artista del Reino Unido que impuso su perfil musical en Estados Unidos durante esa década, fue sin dudas, Rod Stewart. A esta altura, el escocés ya era toda una estrella en su tierra natal desde que integrara la banda The Faces y además porque había sido el creador de un puñado de discos en solitario. Pero, el tema que lo proyectó a la fama en el norte de América fue "Do you believe that i am sexy?" (¿Tu crees que soy sexy?), un formato que se adaptaba perfectamente a la "música disco" que tanto seducía a los yanquis. En tanto esto ocurría, la exuberancia del rock sinfónico se disponía a ocupar diferentes mercados y a despertar inmediato interés en los poderosos sellos discográficos. Es aquí, en este punto de la escena musical, donde hace su aparición la banda Queen, productora de clásicos imperecederos.

En la Villa, Kreo y La Luciérnaga

En Villa María, a comienzos de la década en cuestión, los propietarios de las discotecas habían "inaugurado" los ciclos vespertinos. En Kreo, por ejemplo, la matiné de los domingos se hicieron muy populares y concurridos. Comenzaban alrededor de las 18 y se extendían hasta las 22 aproximadamente. En materia de opciones para "mover el esqueleto", en el Parque de Villa Nueva, allá por el ‘71, enclavada en el corazón del Hipólito Yrigoyen, erigía un local inolvidable: "La Luciérnaga", de don Lalo Benvenutto, testigo de una época que quedará para siempre en el recuerdo.
Hasta la próxima...