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Muchas personas están pendientes del éxito del parto |
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¿Estoy comenzando a dilatar?, ¿hoy nacerá mi bebé?
Estos son interrogantes comunes en todas las primigestas (mamás que están viviendo su primera gestación). Quizás las contracciones son las que generan más dudas, ¿me daré cuenta que éstas son las contracciones de parto? Las contracciones de parto tienen ciertas características que deben darse para que logren dilatar el cuello del útero. El proceso de parto es continuo y progresivo. Esto quiere decir que las contracciones se presentarán con una regularidad de una cada cinco minutos, por un tiempo mínimo de media hora, como para comenzar a sospechar que el trabajo de parto se ha desencadenado. Ante estas contracciones u otras que generen dudas deberás acudir al centro de atención o llamar a tu médico, ya que solamente un profesional de la salud podrá darte la indicación justa y la información correcta. Es preferible una llamada o una visita “de más”, ya que este hecho podría evitar muchas angustias posteriores. Cuando comiences a sentir que las contracciones son seguidas y que mantienen un ritmo, deberás visitar a tu médico y allí, probablemente, te realizarán un tacto vaginal para verificar que el cuello del útero está respondiendo a la fuerza del cuerpo uterino (las contracciones). El tacto vaginal es una maniobra indolora a la que no debes tenerle miedo ya que este examen arrojará datos de cómo está avanzando el trabajo de parto y la dilatación.
Otro dato a tener en cuenta para saber si el nacimiento está próximo, es verificar la presencia de líquido amniótico en la vagina. Este líquido sale al exterior debido a que la bolsa se ha roto o fisurado. El líquido amniótico tiene características que lo diferencian de la orina y del flujo vaginal que suele presentarse al final del embarazo. El líquido amniótico es incoloro, de olor fuerte y con una consistencia parecida a la de la vaselina líquida. Cuando la embarazada logra distinguir la salida del líquido por la vagina tiene que avisar al profesional que la atiende o asistir al centro de atención de la salud (hospital o clínica). Cuando el líquido que sale por vagina está manchado de color verdoso o contiene pedacitos de una sustancia negruzca, está indicando que el bebé ha hecho su primer caca antes de nacer. Este hecho tiene que saberlo tu médico/a lo antes posible. Cuando llegues a la internación, los médicos escucharán los latidos del bebé y allí tomarán la determinación de un parto o una cesárea, siempre teniendo en cuenta la salud de tu hijo y la tuya.
Otro hecho que debería llamarte la atención es la salida de mucha sangre por vagina; si la cantidad de sangre que sale por vagina es importante debes dirigirte con urgencia al hospital o a la clínica ya que esto podría estar indicando serios problemas.
Cuando ya estés transcurriendo la semana 38 de gestación, tu bebé puede nacer en cualquier momento, ya que en esa semana, él ya está listo para responder en forma óptima a la vida fuera del útero. Desde este tiempo y hasta la semana 40 ó 41 se puede esperar para que el trabajo de parto se desencadene solo (los términos que se indican por tabla son de la semana 38 a la 42, hoy en Villa María en muy pocos casos se llega a esta semana de gestación).
Generalmente cuando la semana 41 de embarazo se ha cumplido y no hay indicios de que el trabajo de parto se va a desencadenar en forma automática, el profesional puede tomar la decisión de inducir el trabajo de parto o indicar una operación cesárea. Este hecho dependerá del criterio profesional, pero se debe tener bien en cuenta que sea cual sea la decisión a tomar siempre va a resguardar tanto la salud fetal como la materna. Debes hablar con sinceridad con tu médico, contarle cuáles son tus deseos, tus expectativas, cuáles son tus miedos y tus ansiedades, cómo quieres vivir el nacimiento de tu hijo y cuáles son los riesgos que estás dispuesta a correr.
Hoy en día se hace difícil el hecho de no tener todo bajo control, dejar que las cosas sigan su ritmo normal. Los papás están llenos de información que muchas veces no saben cómo digerir. Los médicos, llenos de miedos de que algo ocurra. El entorno, ansioso, presionando para que el bebé nazca de una vez. Hemos perdido la capacidad de esperar. Hoy sacamos una foto y la vemos al instante, y la sacamos de nuevo hasta que salga perfecta. Hablamos y vemos a nuestros seres queridos que están al otro lado del mundo, casi sin tener la posibilidad de extrañarlos. Conocemos el rostro y el sexo del bebé aún antes de que nazca, perdiendo muchas veces la capacidad de asombro. No me malinterpreten, estoy a favor del avance y sé que nos beneficia en millones de aspectos. Pero con respecto de la Naturaleza tenemos que aprender que tiene sus tiempos. Que el embarazo tiene su tiempo, el trabajo de parto tiene su duración y el parto requerirá de los pujos. ¿Cuántos? ¡Quién sabe, los que necesite esa mamá y ese bebé! Sólo tenemos que confiar en que hay alguien más que nosotros que nos está ayudando.
Viviana de los Ríos
Preparadora de partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar
Nota al pie: Taller Gestación desea felicidad a todas las madres en su día.
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