Los hermanos detenidos por el crimen de la pareja de ruralistas santafesinos, cuyos cadáveres fueron encontrados el martes en un canal de desagüe de Laboulaye, admitieron haber asesinado a sus víctimas porque les debían sus salarios.
Fuentes de la investigación confirmaron que los detenidos son Alejandro y Luis Saavedra, de 37 y 46 años, quienes quedaron acusados por la fiscal de La Carlota, Ana Venturuzzi, por el delito de "doble homicidio calificado" de los ruralistas Luis Caón y su compañera Luisa Tula.
La fiscal Venturuzzi confirmó que Alejandro Saavedra era empleado del campo de Caón y su hermano Luis realizaba changas en el mismo lugar.
Luis Saavedra fue apresado en su casa de La Carlota, mientras Alejandro fue detenido en el propio campo donde se habría consumado el crimen.

@ Se quebró y confesó

Según los investigadores, Alejandro Saavedra se quebró ante los investigadores policiales y confesó el crimen de Caón y su mujer.
El hombre relató que los mató junto a su hermano porque les debían el dinero de los salarios, aunque sus declaraciones deberán realizarse nuevamente ante la fiscal Venturuzzi.
Según los investigadores, Caón y su mujer fueron asesinados a golpes y sus restos fueron hallados por perros adiestrados de los Bomberos de General Roca, en un canal de desagüe a 25 kilómetros de Laboulaye.
El lugar del hallazgo se encuentra a unos 45 kilómetros de un campo que es propiedad de los ruralistas, ubicado en Huanchilla, en el Departamento Juárez Celman.
Luis Justo Antonio Caón (70) residía en San José de la Esquina, mientras que María Luisa Tula (53) era de Armstrong, ambas poblaciones de la provincia de Santa Fe, y estaban juntos desde hacía ocho años.
Fueron las tres hijas de la mujer quienes dieron aviso a la Policía ante la interrupción de las comunicaciones con su madre, que había partido desde Armstrong el lunes 4 de este mes.

@ Maniatados

Los cuerpos de la pareja fueron hallados maniatados en el fondo del canal en el cual había unos 20 centímetros de agua, dijo el comisario Ramón Frías, jefe de las departamentales del sur de la provincia, con asiento en Río Cuarto.
La mujer estaba desnuda y el hombre con el pantalón bajado y los cuerpos mostraban daños por el paso de los días y la acción de las alimañas, agregó el jefe policial.
Además, aclaró que a ambos se les había colocado una soga a la altura de la cintura que estaba atada a dos estructuras de cemento que funcionan como bases de piletas de bebederos.

@ Una clave, en Villa María

Uno de los puntos principales que llevó a esclarecer el hecho fue la aparición de la camioneta en la que habían sido vistos por última vez Caón con su mujer, en el estacionamiento de la Terminal de Omnibus de Villa María.
Allí se reforzó la teoría de que algo había sucedido cuando estuvieron en el campo y se interrogó al encargado del establecimiento, Alejandro Saavedra.
En esa oportunidad, el hombre había declarado que vio llegar a la pareja en la noche del lunes 4 de este mes y que luego no tuvo más contacto con ellos.
Ante la reiteración de las mismas preguntas, el hombre dudó y mostró nerviosismo, hasta que finalmente admitió el doble homicidio.
Los voceros explicaron que el hombre contó que, junto con su hermano, mataron a la pareja en un momento de furia por supuestas deudas salariales que el dueño mantenía con ambos.