Escribe: Juan José Coronell

Qué bueno es saber que en la vida se aprende y se crece. Qué se crece y se aprende. Que una cosa lleva a la otra y viceversa. En esta vida jodida y corta, pero intensa y hermosa se aprende. Y es bueno, quiero decirte que es gratificante saber que yo aprendí a ser hijo con vos, pero sobre todo que yo formé parte de tu aprendizaje de madre. Que pude ser partícipe de las materias que fuiste aprobando para recibirte, hace ya un tiempo de esos largos, con todos los honores.
Te agradezco que me hayas dejado formarte. Porque no solamente sos madre como dice la palabra. Sino que en vos esa palabra incluye varias y cualitativas palabras. Porque sos diosa por tu inmensidad, sos ángel por tu dulzura y el guarda para salvarnos del precipicio. Sos musa por tu magia, sos médica por excelencia. Sos enfermera de esas que no les importa ni el tiempo ni la hora del día para mejorar la salud. La más devota por nosotros. La más fanática de nosotros. La que administra nuestras sensaciones, la guía de los caminos.
La que está atenta por nuestra llegada, la que disfruta porque disfrutemos. La que mima para que mimemos, la que cuida para que cuidemos, la que ama para que amemos. Sos esa persona que lucha contra nuestros inviernos, la que develó varios de nuestros misterios. La que nos vio llorar y lloró con nosotros. La que nos hace reír, la que recuerda, la que está atenta, la que todo lo puede.
Porque sos ese amor primero, segundo, tercero… La caricia precisa en el momento justo. La que abraza por abrazar y cuando hacen falta los abrazos, la que tiene fuego y corazón en las manos. Sos quien no se cansa, quien no se rinde, quien no se aleja.
Es que sos madre, mamá, sos mi vieja. Y por más que lo quieras entender no lo vas a lograr. Porque tu humildad no te va a dejar apreciar que seas tantas cosas y cada una de ellas.
Es por eso que te quiero, que te amo, que te valoro. Que aprendo que los dos aprendemos a medida que el tiempo pasa. Que te necesito varias veces y otras tantas, que me acuerdo de todo y no me olvido de nada. Es por eso que en cada paso que dé siempre vas estar con tus alas. Porque si te extraño en estos tiempos, imaginate cuando ya no te tenga en casa…
Te amo más de la cuenta (si es que existe este tipo de cuentas)
¡Feliz día, vieja!
¡Feliz día a todas las madres!