Escribe: Fabio Morisetti
Rivadavia tardó 75 minutos en ponerse en ventaja pero en dos jugadas definió la historia. Con un inspirado Barengo y la calidad de Raúl Maldonado, el equipo de Diego Valle pudo establecer en el marcador la enorme diferencia que mostró en el campo de juego ante un Ricardo Gutiérrez muy livianito.
Y si el verde recién llegó al gol sobre la media hora de la segunda mitad fue simplemente porque Uriel Cejas tapó todo lo que le tiraron. Claro que la titánica labor del arquero visitante no tuvo continuidad en sus compañeros, que fueron superados de principio a fin y no lograron crear prácticamente nada en ofensiva.
A los dos minutos, Berterame (otro de buen partido) avisó con un zurdazo desviado, pero pronto Rivadavia entró en una nebulosa de la que le costó salir. Es que no encontraba conducción en ataque, y si bien no pasaba sofocones, lo concreto es que tampoco generaba en ofensiva pese a su intención de hacerse protagonista.
Recién a los 19’ volvió a llegar con un cabezazo de López y ahí nomás Strumia remató desviado. Siguió intentando el local y sobre los 23’ Berterame se encontró con un rebote, pero definió mal, y dos minutos más tarde Erregarena lo tuvo en un par de oportunidades, pero Cejas se puso el traje de héroe para salvar su arco, algo que se daría varias veces a lo largo del juego.
A los 36’, los mismos protagonistas tuvieron otro round y otra vez ganó el arquero.
Se iban los 45 minutos iniciales con un dominador absoluto, pero con el marcador en blanco.
En la segunda mitad, Rivadavia acentuó el dominio, pero el gol no llegaba. A los tres, el “Puli” Berterame pateó bombeado y Cejas le ahogó el grito de gol. Ahí nomás se lo perdió Strumia cabeceando desviado.
Ricardo Gutiérrez ya empezaba a sufrir el partido y a los 14’ dependió otra vez de Cejas para mantener el empate, cuando el arquero le ganó a Barengo. Tres minutos más tarde, Barengo tuvo su revancha, pero Cejas le tapó en gran forma el mano a mano.
Diego Valle decidió el ingreso del talentoso Raúl Maldonado y allí Rivadavia encontró lo que le faltaba: pausa, talento y claridad.
A los 23’, Erregarena exigió con un cabezazo que encontró respuesta en el arquero, y en el rebote López pateó y la pelota impactó claramente en la mano de un defensor. El árbitro dejó seguir al considerarla casual.
Casi sobre la media hora, Strumia fusiló a Cejas, que volvió a responder de manera notable, pero un minuto después Berterame capturó un rebote y dejó sin chances a quien era la figura del partido para marcar la merecida diferencia.
A los 32’ Erregarena marcó el segundo y definió el partido. Ya sobre la hora, Raúl Maldonado tuvo su gol de cabeza y puso cifras definitivas.
Rivadavia jugó bien por momentos y redondeó una labor convincente para esperar los cuartos de final con optimismo.
La contracara es Ricardo Gutiérrez, que mostró una alarmante falta de poder ofensivo y de no haber sido por la gran labor de su arquero, podría haberse ido con una diferencia más abultada.
El árbitro
Mario Rodríguez no tuvo mayores complicaciones, aunque dejó dudas en dos penales, uno para cada equipo, que ignoró ante el enojo de las parcialidades. En el resto, sin problemas y acertando en las amonestaciones.
La figura
El gran segundo tiempo de Lucas Barengo, junto al ingreso de Raúl Maldonado, fueron las armas con que Rivadavia encontró la victoria que merecía pero no podía plasmar en el marcador. En la visita, la notable tarea de Uriel Cejas evitó una goleada mucho mayor.
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