Escribe: Juan Manuel Gorno

Cuando parecía que podía tomar el vuelo que nunca tuvo, Alumni se quedó en el intento y debió repartir otra vez puntos al empatar sin goles, ahora de local y ante Racing de Córdoba, por la novena fecha del torneo Argentino A.
La carencia de gol en el arco del frente resultó un freno a las ilusiones de este equipo villamariense que dejó pasar otra chance de ganar por primera vez en el torneo, mientras su rival se retiró conforme porque mantuvo la distancia en la tabla de posiciones y cuidó algo su honor en medio de un mal momento.
La ausencia del goleador Carlos Herrera, la falta de ideas propias en los metros finales y el mérito del rival, que se limitó a defender durante gran parte del encuentro, derivaron en el resultado menos querido para el hincha de Alumni, que esperaba un mejor regreso del equipo a la “Placita” después de cinco fechas seguidas jugando afuera.
Más allá de esto, fue el conjunto fortinero quien más quiso ganar y no dejó de buscar hasta el final del partido.
A último momento, el entrenador Víctor Riggio debió modificar su formación por la afección gripal del lateral Hugo Yocca y colocó a Nahuel Caler más abierto en la zona de la defensa, mientras ingresó en el medio Oscar Wonner. No obstante, esto no pareció conspirar demasiado contra el juego del equipo, que tuvo algo de lucidez cuando la pelota pasó por los pies del juvenil Ariel Mascambroni, uno de los pocos que aportó precisión en un mediocampo cargado de hombres.
El pibe sirvió para que Alumni monopolizara la pelota hasta que, en la zona donde debía cocinarse la historia, todo se desvanecía porque Orlando Porra estuvo intermitente y Matías Bolatti apareció tarde, recién en el segundo tiempo. Además, Román Strada y Emiliano Romay, los delanteros, no supieron terminar bien sus avances.
En ese contexto, el partido se debatió bastante en la zona central y el negocio era de Racing, que avanzaba muy de vez en cuando y llegaba pocas veces.
Como muestra de ello, apenas se contabilizó un avance de Diego Villagra (siempre con vocación ofensiva) para servirle un buen pase a Porra, quien sacó un remate mordido y la pelota viajó a las manos del arquero Raúl Sanzotti.
Recién sobre los 30 minutos se animó el partido, con una llegada de riesgo para cada uno, en jugadas con pelota detenida.
Un tiro de libre de Racing terminó con el remate de Yamil Garnier que hizo reaccionar a Carlos Ronco. Y como respuesta, Alumni tuvo la más clara de la primera etapa: tiro de esquina y cabezazo de Gastón Molina que reventó el travesaño.
Con esta llegada de peligro, Alumni tomó confianza y fue más al frente, pero Strada no llegó bien a un pase de Romay, en el área, y Racing, de contragolpe, tampoco concluyó como pretendía sus acciones por intermedio de Velásquez (mediavuelta en el área chica) y Rolando Pugliese (remate desde afuera), que fueron controladas por Ronco.
El travesaño volvió a ser protagonista en el complemento, cuando le devolvió a Porra el zurdazo en tiro libre, mientras los fortineros se preparaban para celebrar.
De ahí en más, Alumni fue más agresivo y Racing se refugió como pudo, buscando cerrar los caminos con la sapiencia de Damián Fernández, quien antes del tiro libre de Porra, llegó a tapar con lo justo cuando Romay se prestaba a sacar un disparo de gol.
El “Tano” Riggio buscó perfeccionar el ataque con el ingreso de Juan Aimar y el cambio de centrodelantero (entró Francisco Paravano y salió Romay); sin embargo, Alumni controló mucho la pelota en el medio y no tuvo el toque final acertado.
Racing fue retrocediendo cada vez más, rifó la pelota en ofensiva y se aferró al punto que pudiese significar algo de aire, sólo eso.
A fin de cuentas, al visitante le salió bien la propuesta porque Alumni, que perdió a un jugador por la rápida e increíble expulsión de Diego Bonaldi (supuesto codazo, a cuatro minutos de su ingreso a la cancha), otra vez se quedó en las puertas de una emoción, acumulando mayor frustración por su falta de victorias, como si necesitara más tiempo para aprender a ganar.


La figura

En materia de juego lúcido, lo más interesante pasó por el juvenil Ariel Mascambroni, en Alumni. Pero si se tiene en cuenta la solidez defensiva y el resultado, lo mejor estuvo en Damián Fenrández, siempre seguro en el fondo de Racing.