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La escribana Olga Balderramos, delegada en Villa María y la región, del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba, dialogó con EL DIARIO |
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El 2 de octubre de 1948 representantes de 19 países se encontraban en la ciudad de Buenos Aires y daban comienzo al Primer Congreso Internacional del Notariado Latino.
Así, por iniciativa del notario argentino José Adrián Negri se reunían por primera vez representantes de Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, Francia, Italia, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Suiza, Uruguay y Argentina. Estos honorables y comprometidos profesionales instituían en ese primer encuentro el Día Internacional del Notariado Latino, perpetuando así el trascendental acontecimiento.
Profesional del derecho
El escribano público o notario tiene necesariamente que ser un profesional del derecho, pues tiene a su cargo el redactar el instrumento notarial, vigilar la legalidad de los actos, leerlos y explicarlos a las partes, logrando así la seguridad y certeza jurídica, que evita litigios posteriores.
El notario es un profesional del derecho que ejerce simultáneamente una función pública para proporcionar a los ciudadanos la seguridad jurídica que promete la Constitución, en el ámbito del tráfico jurídico extrajudicial. Tiene una formación jurídica contrastada y es seleccionado mediante unas rigurosas oposiciones que garantizan su formación.
Teniendo en cuenta los preceptos antes enumerados, los escribanos se desenvuelven, durante la actualidad, en un marco de transformación y exigencia constante por parte de una sociedad que se expande sobre el territorio.
En la provincia de Córdoba, la función notarial tiene su primer vestigio precisamente en la fundación de la capital provincial. El 6 de julio de 1573, por indicación de don Jerónimo Luis de Cabrera, el escribano de su majestad, don Francisco de Torres, redacta lo que sería el primer documento notarial: el acta de fundación de la ciudad, dibujando a su pie el escudo de armas que para siempre identificaría a los cordobeses.
Cuatro siglos después de aquel histórico momento, un grupo de voluntades locales dedicadas al notariado público sentarían las bases de lo que hoy es la delegación local del Colegio de Escribanos de la provincia de Córdoba que concentra a los escribanos de la Cuarta Circunscripción Judicial.
Sin embargo, a través de los tiempos, la virtud que distinguiría para siempre esa labor es la ecuanimidad y el equilibrio al mediar en las acciones, civiles o comerciales, entre las personas.
“La autoridad del notario descansa antes en la moral, más que tan sólo en la ley”, apuntaba con sapiencia José María Hernández, aludiendo a una condición que no debería extraviarse en los dinámicos y ajetreados años por los que atraviesa la humanidad.
“Gente de paz”
"Somos gente de paz", expresó la delegada Olga Balderramos al momento de comenzar el diálogo con EL DIARIO en el "Día del Escribano".
La apreciación de la profesional local que luego ella misma acompañó diciendo, "notariado abierto, juzgado cerrado" marca, de manera indefectible, una manera de sentir esta profesión.
"Los escribanos tienen que tener la capacidad de intermediar con un estricto sentido de justicia y de responsabilidad" recordó la dama que ayer accedió gentilmente a las preguntas de este matutino.
La dignificación del trabajo notarial y sus implicancias en la sociedad actual, tuvieron también su espacio en las reflexiones de la experimentada dirigente consultada.
"El hombre debe luchar por su propio techo, considerando siempre las propiedades legítimamente inscriptas en los Registros creados a tales fines", remarcó Balderramos para seguidamente agregar: "Al mismo tiempo se debe bregar por las inscripciones, cumplimentando con los impuestos para finalmente contribuir al mejoramiento del lugar donde uno vive".
"El pagar correctamente las tasas y servicios a la propiedad, redundará seguramente en que los sitios donde se emplazan las comunidades sean más puros, limpios y con todas las necesidades satisfechas", resaltó la entrevistada.
Un evento inolvidable
Durante la charla con la notaria local, el recuerdo de uno de los momentos más importantes para el notariado cordobés, como lo fue la "Primera jornada notarial" desarrollada en Villa María a principios de la década del ´70, salió a la luz.
A 36 años de aquel hito para los escribanos de la ciudad, los medios provinciales destacaron que el evento "logró concitar el interés público y fue motivo para que se congregara un importante y selecto grupo de notarios cordobeses".
Las jornadas, que se desarrollaron durante tres días en las aulas de la Escuela Normal Víctor Mercante e Instituto Secundario Bernardino, consideró tres temas: “Bienes de menores, sociedades comerciales y el escribano y la sociedad”, los que fueron estudiados en otras tantas comisiones y resultaron aprobados en el plenario con que se cerraron las deliberaciones.
En cuanto a la temática "Bienes de menores", la comisión de estudio fue presidida por el afamado doctor Luis Moisset de Espanés.
Por el lado de las "Sociedades comerciales", la comisión sesionó bajo la presidencia del escribano Domingo Lanfranchi y consideró los trabajos presentados por los notarios: Clara Pellegrini de Ortiz, Felipe Oscar Drallny, Francisco José Servilio, Elena Valva Sinagra, Elina de Tonnelier, Olga Riera de Spit y Clara Susana Yamamoto.
Por último y en el abordaje del tema "El escribano y la sociedad", la comisión encabezada por el escribano Pedro Oliva Díaz, luego de relevar las producciones de Julio Martín Mezzano, César Núñez, Antonio Nápoli, Federico Panero y Conrado Ferrer, llegó a la conclusión que "la función profesional y autenticadora de los escribanos, no debe estar en manos de personas carente de formación científica y profesional necesarias. Por tanto se propone que se mantenga e incremente la acción desplegada por el Colegio de Escribanos de la provincia, en cuanto se refiere al logro de mejores niveles de perfeccionamiento profesional".
Otra de las figuras recordadas por Balderramos fue la de Luis Eloy Domínguez, uno de los principales impulsores del notariado en la provincia de Córdoba. "Domínguez fue un luchador por la prodignificación notarial”, dijo la escribana.
Los festejos
En conmemoración del “Día Internacional del Notariado Latino”, el Colegio de Escribanos de la provincia de Córdoba organizó una serie de actividades que incluyeron la tradicional visita al panteón notarial en el cementerio San Jerónimo de la ciudad de Córdoba, donde se colocó una ofrenda floral, más tarde se realizó una misa en la Capilla de la Virgen de Lourdes de la Compañía de Jesús.
Finalmente en la sede de la institución (Obispo Trejo 104) se realizó la inauguración de una muestra de arte y palabras alusivas al festejo de la víspera.
Además, como es característico del notariado local y provincial, y coronando los festejos estipulados para mañana, a partir de las 21.30, se realizará en el “Country Club” de la institución en Villa Warcalde, la tradicional cena de camaradería de los escribanos.
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