En las entregas anteriores he tratado de hacer entender en forma somera por qué se produce la presbicia, qué factores intervienen y cuáles son las características que hacen que después de los cuarenta, cuarenta y cinco años, tengamos dificultades para ver de cerca (30-40 centímetros).
Diariamente nos encontramos con pacientes que saben lo que padecen, pero se resisten a usar lentes y por eso retrasan lo más posible la consulta. Pero al no poder leer, no ver el celular y dificultades en trámites en público, van a nuestros consultorios a pedirnos ver pero sin tener que usar lentes. Y ahí empieza nuestro trabajo profesional, primero en realizar un examen completo de los ojos, y luego recomendar cómo se puede solucionar el problema. Mi experiencia personal me hizo sentir que claro que es molesto usar lentes: los usé permanentes, multifocales y luego me operé para no usar más lentes permanentes, pero debo decir que para ver cerca sigo usando lentes.

Se sigue investigando

No son muchas ni muy convincentes las propuestas que tenemos a mano para mejorar esta complicación que nos traen los años. Cirugías de alta complejidad y últimamente un tratamiento que podemos realizar con colirios, pero que no es para todos, que según la experiencia de colegas que ya están usando el mismo, nos dicen que la edad ideal para el uso de esas gotas es de 47-50 años, que ven bien de lejos sin usar lentes, y que deben cumplir un protocolo para acceder a esta fórmula empírica.
El resto de los mortales que usamos lentes nos vamos a tener que contentar con seguir usándolos, pues todavía se siguen investigando alternativas que den satisfacción a los reclamos de los pacientes. Mientras tanto seguiremos escuchando a quienes padecen de presbicia, y tratando de ofrecerles lo que existe y también tratando que adopten la solución que más les convenga y que preserve una excelente calidad visual y con larga expectativa.

Dr. Raúl Eloy Baigorrí
Centro Privado de Oftalmología