A pico y pala en el hielo, un grupo de hombres que decidieron defender el suelo nacional, construyeron la Base Marambio, en el inhóspito desierto helado de la Antártida Argentina, la que fue inaugurada el 29 de octubre de 1969.
Esa historia de esfuerzo y voluntad, motivó a Susana Montero y Rodrigo Nieraad, conductores del programa "Buenas noticias para vivir mejor", de Radio Centro, a entablar comunicación con el grupo de hombres y mujeres que viven en el lugar.
Después de las gestiones necesarias, lograron el sábado 23 de octubre la comunicación histórica, poniendo al aire al mayor Gabriel Maldonado, segundo jefe de la base.
"La verdad es que fue muy interesante poder destacar el valor de estas personas que viven en el polo sur, defendiendo el territorio nacional en ese lugar tan distante", dijo.
También pudieron comunicarse con la doctora Paula Lavacelli, una mujer oriunda de Las Varillas, que es una de las tres féminas que viven en la base. "Nos dijo que se siente muy bien, respetada por sus pares y también cuidada", indicó Montero.
El primer contacto del programa fue con el presidente de la Fundación Marambio, Juan Carlos Luján, quien abrió las puertas para comunicarse con la base. "Nosotros queremos valorar estas acciones. Así como en una oportunidad hablamos con médicos de La Quiaca, en este caso lo hicimos con los militares de la base", expresó.
"Estamos convencidos que los argentinos no podemos querer lo que no conocemos, y por eso, nuestro trabajo es informar sobre esos hechos y acciones", agregó. "Agradezco a Héctor Cavagliato, que nos abrió las puertas de la radio y colabora con la producción, y a Edgardo Munch, que nos dio más lugar del que esperábamos", señaló Susana Montero, quien empezó con Nieraad el programa en abril de 2008, en pleno conflicto con el campo, "un tiempo en que necesitábamos buenas noticias".
En este tiempo de investigación sobre la base, recibió información directa del lugar, la que ofrece generosamente a los docentes que quieran enseñar en las aulas la historia que forjó el espacio de defensa del territorio austral.


Una historia para contar

En la Base Marambio viven actualmente 60 personas, de las cuales tres son mujeres. Se trata de la doctora varillense Paula Lavaselli, a cargo de la estación sanitaria; la cabo primero Martha Rosales, a cargo de la Estación Meteorológica y la suboficial principal Dalila Vargas, a cargo de la torre de control.
Está ubicada en el mar de Weddell, en una meseta a 200 metros sobre el nivel del mar y tiene alrededor de 14 kilómetros de longitud por 8 de ancho.
En invierno, las temperaturas son de 20 a 22 grados bajo cero, pero los fuertes vientos del continente blanco hacen que la sensación térmica alcance los 60 grados bajo cero.
Hay que señalar que la base Marambio es el "único aeródromo operado por argentinos, que permite la operación de aviones de gran porte durante todo el año, venciendo la incomunicación que existía entre la Antártida y el continente", destaca la información proporcionada por Susana Montero.
Entre las actividades realizadas en el lugar, están las que se desarrollan en el centro meteorológico Antártico Vicecomodoro Marambio. Allí se llevan a cabo pronósticos marítimos, aéreos y públicos, operándose la estación sinóptica de superficie y altitud, la estación de medición de ozono atmosférico en superficie y altitud, entre otras tareas.

s Cuidado ambiental

"Cuando la nota había terminado -explicó Montero-, un oyente preguntó qué hacían con la basura, por lo que se lo trasmitimos a los oficiales vía correo electrónico. Obtuvimos una respuesta que da cuenta del valor que le dan al medio ambiente."
En esa respuesta, indicaron que clasifican los residuos para su evacuación fuera de la Antártida, cumpliendo los protocolos que establecen a esa región helada como una "reserva natural consagrada a la paz y a la ciencia".
Para ello, la clasifican en seis grupos:
1- Deshechos biodegradables (orgánicos) que se incineran o se evacúan al continente.
2- Deshechos no biodegradables (como el plástico) que se evacúan en el continente.
3- Deshechos peligrosos (combustibles) que se evacúan en el continente.
4- Deshechos inertes (vidrios), que tienen el mismo destino que el anterior grupo.
5- Aguas residuales y residuos líquidos domésticos, que se eliminan al mar, siempre que se respete la normativa establecida por los tratados.
6- Deshechos de materiales radioactivos, derivados de actividades científicas que estén autorizadas por la autoridad nuclear y la Dirección Nacional del Antártico, que sólo son manipuladas por personal científico.
También señalaron que existe una planta de tratamiento cloacal y que el mantenimiento del combustible se realiza bajo estrictas normas para evitar derrames, priorizando el cuidado del terreno", explicaron.