Textos y fotos de nuestros enviados especiales:
Franco Gazzoli y Diego Bengoa


Murió el líder, pero dejó un regimiento en el pueblo dispuesto a acompañar a la presidenta Cristina Fernández para seguir profundizando el modelo que instauraron en la temblorosa Argentina de 2003.
Esa sería la primera lectura que uno puede realizar caminando las calles de una Buenos Aires que sólo da lugar a la congoja, bajo un sol que pega fuerte desde temprano en el octubre en que Néstor Kirchner dejó esta Tierra legando un sello indisoluble.
Una multitud camina a paso lento rumbo a la Casa Rosada, que abrió sus puertas a las 10 de la mañana para que el pueblo despida al ex presidente de la Nación, ese hombre que hoy dibuja tristeza en miles de los rostros que se observan aquí. Hay de todas las edades y de distintos sectores sociales, pero sin duda predominan los jóvenes y la clase trabajadora y humilde.
A las 9 de la mañana, cuando estos cronistas de EL DIARIO caminaban entre la gente, la cola llegaba a avenida de Mayo y Chacabuco.
A metros de allí nos encontramos con los primeros villamarienses, una comitiva liderada por el titular de la delegación local de la ANSES, Guillermo Rocha. “Sentimos mucho dolor y angustia, pero también mucha fuerza para continuar este proceso. Nosotros conformábamos un organismo en liquidación, que no cumplía su función y por Kirchner recuperamos el Estado para los jubilados, la dignidad en nuestro convenio colectivo de trabajo y tenemos un equipo de laburo”, consideró en diálogo con este matutino, flanqueado por diez compañeros, quienes tenían previsto estar aquí para una capacitación y el festejo del primer año de la Asignación Universal por Hijo, lo que truncó la desaparición del primer caballero.
Cerca de las 10, el portón de Balcarce y Alsina abrió paso a centenares de coronas. Una de las primeras, la de YPF. Clubes, institutos, sindicatos, intendentes, concejos deliberantes, Poder Judicial, universidades, entre otras, dijeron presente a través de flores que personal de la Casa Rosada fue acomodando en los accesos, no sin antes ser olfateadas rigurosamente por perros de la División Explosivos de la Policía Federal Argentina.
Y de pronto, los rostros que contenían las lágrimas ya no lo hicieron cuando comenzaron a abrirse las puertas para despedir al ex mandatario, que es velado a cajón cerrado en el Salón de los Patriotas Sudamericanos de la Casa de Gobierno.

Lágrimas y cánticos

Durante las primeras dos horas de este jueves caluroso y angustioso para muchos argentinos, el escenario del adiós pasa de un silencio profundo a la interrupción que significa que masas de personas canten. “Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, la alientan. Se ven carteles de Comedor Los pibes, organización social. Cada dos por tres, arrancan las expresiones contra el vicepresidente Julio Cobos, que se hacen sentir en esta mañana. “Andate Cobos la p... que te parió”, suena a gran escala.
EL DIARIO recoge numerosos testimonios de quienes ingresan a la capilla ardiente. “Todo lo que no teníamos hoy lo tenemos, con la Asignación Universal, con las cooperativas”, dice una mujer. “Es doloroso, sorpresivo, pero nos da fuerza para acompañar el proyecto”, cuenta otra mujer, con su remera con la letra U, que también llevan sus compañeras.
Un joven que pasó la noche aquí dice a este matutino: “Néstor nos dio la posibilidad de que la juventud vuelva a pensar. Ahora los jóvenes tenemos pensamiento crítico”.
Mucha gente llora. Algunos desconsoladamente. La prensa nacional se agolpa contra las vallas para captar esas imágenes, que ya recorren el mundo.
Otro chico llama a la unión. “Tenemos que estar todos los argentinos unidos más allá de las diferencias”, apunta. Una señora afirma: “Nos enseñó un montón de cosas, nos volvió a enamorar de los políticos”. “Luchó para ayudar a la gente”, dice un pibe de Santa Cruz y se lamenta de que Kirchner no haya cuidado su salud.

“El respeto de la gente”

Un anciano lleva un cartel que reza Néstor y le dicen Correcaminos. Llora. “Me enseñó que se pueden alcanzar las utopías”, subraya.
Verónica Rosales es una periodista de Radio del Plata, que cubrió el sepelio de Raúl Alfonsín, el adiós al Papa Juan Pablo II, entre otros. Le cuenta a EL DIARIO que “si bien estos acontecimientos no tienen comparación, por el escenario y las circunstancias, presentan un común denominador, que es el respeto de la gente”.
“A esta plaza siempre venimos a cubrir manifestaciones o protestas, pero hoy tiene otro espíritu”, resalta.
Pablo, famoso notero del ciclo de Telefe CQC, aborda al pueblo. “Me sorprende la cantidad de jóvenes. Y hay que reconocerle a Kirchner justamente eso, haber logrado una militancia joven, además de que se ve a muchos humildes”, considera al ser consultado por este medio.
Gabriel Toledo dice ser “Perlita Toledo” y vocifera que hoy se siente libre gracias a la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, que “los Kirchner impulsaron” y cree que saldrá la ley de identidad de género.
Una fuerte sirena indica que la presidenta argentina acaba de llegar. Los periodistas se concentran en la carpa, para seguir por televisión las instancias de la llegada al salón del adiós de la mujer que perdió a su compañero de siempre, ese que el pueblo hoy está llorando en la calle.

Foto 1: Hubo incontables escenas en las que el pueblo exhibió su congoja por la desaparición de Néstor Kirchner. El dolor no discriminó ni edades ni sectores

Foto 2: El concejal Sebastián Capurro expresa sus sentimientos a uno de nuestros periodistas

Foto 3: Una comitiva de funcionarios villamarienses llegó a media mañana. A Muñoz se lo vio consternado y Cavagnero expresó su agradecimiento "por todo lo que le dio a la ciudad"