“No podemos permitir que vendedores ambulantes de flores, canasto en mano, que no tributan, y que ni siquiera residen en la ciudad, trabajen impunemente ocasionándole un fuerte daño a los comerciantes del sector”.
La frase corresponde al presidente de la Asociación Civil de Comerciantes (Acovim), Roberto Salomón, quien salió a defender a los floristas asociados a la entidad quienes, año tras año, cada vez que llega la celebración del "Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos" (a celebrarse entre hoy y mañana), deben soportar la acción de ambulantes que ocasionan un daño a la actividad comercial del sector vendiendo a precios fuera de mercado ya que sus productos no pagan tributo alguno como si lo hacen quienes tienen, por ejemplo, sus comercios al ingreso del cementerio "La Piedad".
“Se trata de dos jornadas, como también la del día de la Madre o del Padre, donde los floristas buscan reforzar sus ventas ante la intensa demanda. Muchos de ellos hacen compras muy fuertes, y como se trata de una mercancía perecedera, si no la logran vender se transforma en pérdidas muy fuertes. Y allí es donde la venta de los ambulantes conspira contra las expectativas de los comerciantes y no se puede mirar para otro lado como viene sucediendo en los últimos años”, explicó Salomón quien requirió al municipio, concretamente a las secretarias de Gobierno y Economía, que disponga de los inspectores necesarios para que “el mercado trabaje regulado y nadie salga perjudicado”.
“Esperamos que desde el Estado local se proteja a quienes tributan y generan trabajo y no a aquellos golondrinas que sólo nos generan problemas a todos. Esperamos que el Ejecutivo no nos deje indefensos y que nuestras fuentes laborales no corran riesgo alguno por la falta de control”, opinó luego para recordar que, desde Acovim, se busca que se regule a los ambulantes. “No queremos perjudicar a ninguno de ellos pero tampoco queremos ser las víctimas”, aseveró.