Mi viejo me llama, me dice: “Pablo, se murió Néstor… (sus ojos quebrantados).
Silencio, y más silencio.
Me acerco a la tele y toda la familia llorando, era una pesadilla de la que me quería y por momentos me quiero levantar.
Me voy a mi habitación, pienso, lloro, no puedo encontrar consuelo... se fue el compañero, el referente aquel que llevaba a la práctica todos los ideales de los jóvenes utópicos según la “gente grande”, aquel que nos enamoró de un proyecto que vimos (y vemos) como el medio al fin para la Patria grande, soberana y justa.
Los medios siguen comunicando la noticia, me acerco a Internet para ver si encuentro conectado a algún compañero y leo comentarios nefastos; discuto un largo rato, hasta que la militancia se empieza a notar en la web. Son los compañeros, “nos vamos a la capital”, hay que estar ahora más que nunca dándole fuerzas a Cristina, defendiendo nuestro primer amor político.
El viaje largo, triste y lleno de imágenes que se agolpan en mi mente. La militancia, las discusiones, los discursos, la bajada del cuadro en la ESMA, la Ley de Medios, la Asignación Universal por Hijo, la Patria grande, Unasur, el no al ALCA… ¿Qué va a pasar ahora? Una pregunta sin respuesta por aquellas horas.
¿Vamos? Vamos.
Llegamos.
La plaza no está llena, late, el pueblo está triste, con bronca pero... con fuerza, con renovada fuerza.
Es el pueblo, no la clase media y sus ollas, no la burguesía sojera quejándose de glotones. Somos muchos, somos multitud, ahora. Algunos jóvenes, otros más grandes y hasta niños.
Entre los cantos contra el innombrable, contra los gorilas y recordando al gran compañero, están los llantos.
Largas horas de cola transpirando la camiseta y de repente... Ella. La vi fuerte, como a mí me había enamorado, de pie y sus expresiones demostraban su disposición a defender el modelo hoy más que nunca. La toco, la abrazo... me agradece con un gesto.
Y ahí es cuando la pregunta encuentra respuesta: ahora va a pasar algo, y ese algo es ¡la organización popular en defensa del modelo y con Cristina a la cabeza!
Y en ese momento, en mi rostro, se dibuja una sonrisa. Comprendo que Néstor está en el Cielo con Eva, Perón y el Che discutiendo de política y recibiendo halagos por la Patria justa que logró durante su gestión de gobierno.
Gracias Néstor, te vamos a extrañar. ¡Fuerza Cristina! La juventud está con vos y con el modelo.
Pablo Maccarini
DNI 35638283
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