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“Hagamos un trato por un buen trato”, esa es la consigna de la campaña que se extenderá durante toda la semana y que presentaron ayer en la medioteca |
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Todo empezó hace casi dos años en una charla de café entre Graciela de Céliz y Nora Landart. Les preocupaba la consecuencia de los malos tratos en todos los órdenes de la sociedad y conocían la experiencia de un grupo cristiano en Montevideo que “vacunaba” contra el mal trato. Y decidieron ponerlo en práctica en esta ciudad.
Después de sumar a más de treinta instituciones, comenzaron con la tarea de capacitar a los jóvenes de Villa María, para que sean ellos los que promuevan el buen trato. Y sumaron a más de 500 chicos que hoy están comprometidos en “empezar a cambiar el mundo”.
Y ayer, esos chicos, iniciaron la campaña en la sociedad. Lo hicieron en el auditorio de la medioteca y tras explicar a la prensa los detalles de la campaña, salieron a la calle a vacunar.
Uno de los jóvenes comprometidos explicó en que consiste esa vacunación: “Nosotros le damos un caramelo y un certificado en el que la persona mayor se compromete a escuchar con toda su atención a los niños y adolescentes, a creerles cuando hablan de asuntos que los afectan, a protegerlos cuando su derecho al buen trato no es respetado y a denunciar situaciones de maltrato”. Ni más ni menos.
La capacitación incluye actividades lúdicas donde los chicos aprenden a llamar la atención de los adultos. Es por eso que se mostraron con sus rostros pintados y con tambores que hacían sonar a su paso.
La campaña se extenderá hasta el viernes 10 de octubre, cuando realicen la vacunación en la plaza Centenario. Allí habrá números musicales para amenizar la jornada. En la semana, recorrerán la mayoría de los barrios y escuelas de la ciudad.
“Nosotros pensamos que siempre se habla en negativo, del mal trato. Nadie habla de buen trato y por eso nosotros proponemos empezar a hablar en positivo”, dijo una de las jóvenes del grupo.
“Creemos que una forma de cambiar lo malo que está pasando, es empezar por algo chico, por tratarnos bien. Si lo hacemos, como hasta ahora, recibiremos una buena respuesta”, agregó un compañero.
“Lo más difícil es cuando los grandes no quieren vacunarse y el compromiso, porque nosotros tenemos que actuar como ejemplo”, remató otro miembro.
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