Luego de varios años de lucha, los canillitas de todo el país lograron recuperar la jornada del 7 de noviembre como un día no laborable.
Por esa razón, la mayoría de los diarios argentinos saldrán hoy con ediciones en las que colocarán muchos de sus suplementos y revistas, aunque algunos estarán igualmente en las calles este domingo con “ediciones especiales” que se distribuirán es “circuitos alternativos”.
Cooperativa de Trabajo “Comunicar” Ltda., editora de EL DIARIO del centro del país, adhiere jubilosa a la reivindicación de una fecha tan cara a los sentimientos de los canillitas argentinos y saluda especialmente a los hombres y mujeres que cotidianamente comercializan nuestro producto o lo llevan hasta miles de hogares de Villa María, Villa Nueva y la región.
Al hacer un repaso histórico de la fecha, el “Día del Canillita” comenzó a celebrarse el 7 de noviembre de 1947, en conmemoración con un aniversario del fallecimiento del dramaturgo y periodista uruguayo Florencio Sánchez.
Fue precisamente Sánchez quien dio origen a esa denominación en su obra “Canillita”, cuyo personaje principal era un chico de piernitas flacas que vendía diarios.
La primera vez que se escuchó el grito de un vendedor de diarios fue en 1867, cuando vociferaba... “¡Compre La República!... ¡La República, a medio peso!”. El diario, que había aparecido ese día, era dirigido por Manuel Bilbao, quien ideó esa forma de venta directa.
Hasta entonces, los periódicos se repartían por suscripción a través del correo, lo que llevaba a leerlos con atraso, a menos que se los buscara en la imprenta.
A Bilbao se le ocurrió que la venta ambulante sería un buen negocio para él -el chico cobraba menos que el correo- y para el lector: recibiría el diario en el acto y más barato. Tan grande fue el éxito que la competencia copió el sistema de inmediato.
Así -en razón de la miseria imperante- surgió un nuevo oficio, aún sin nombre, conformado por cientos de niños y jóvenes que se ofrecían a vocear los títulos en la calle para vender la noticia fresca, con tal de arrimar unos centavos al hogar.
Con el tiempo aparecieron los primeros puestos callejeros fijos, cuya posta fue preciso disputar a trompadas o pagando el favor policial, hasta que Juan Domingo Perón, por aquel tiempo secretario de Trabajo, le aconsejó al que le proveía los diarios: “Hay que sindicalizarse”. Así, cada posta se normalizó.
Para acortar el recorrido y llegar antes los chicos viajaban colgados de la parte trasera de los tranvías: trepándose, llegaban rápido al centro, donde a la salida del teatro y del cabaret las ventas se multiplicaban.
¿Quién les puso el nombre de “canillitas”? Lo decidieron ellos mismos, en 1947, en honor a Sánchez, que había nacido en Montevideo el 17 de enero de 1875. Y como fue él quien así los había bautizado, decidieron establecer el “Día del Canillita” el 7 de noviembre, en conmemoración con el día del fallecimiento del escritor, producida en el año 1910.
Hasta hace algunos años no se editaban ni se vendían diarios ni revistas cada 7 de noviembre, pero la desregulación de la venta de diarios aplicada por los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa configuró un avasallamiento de los derechos de los trabajadores del sector, entre ellos la pérdida de su día como no laborable.
Los canillitas recuperaron su histórico día de descanso en 2007, luego de una fuerte polémica entre las empresas editoras de diarios más poderosas del país y el sindicato que nuclea a los trabajadores, conducido desde entonces por el actual diputado nacional Oscar Plaini.
Queridos canillitas: que este domingo sea un domingo muy especial y que lo puedan disfrutar plenamente junto a sus seres queridos. Bien merecido tienen su descanso.
El lunes volveremos a encontrarnos. Hasta entonces y... ¡felicidades!