Señor director:
Cuando me tocó hacer el servicio militar, las veces que nos llevaban a la Plaza de Armas y nos “bailaban”, siempre el jefe de turno decía: “… quién es Fulanito…”
Y a Fulanito lo hacían quedar sentadito a un costado mientras a todos nosotros nos “bailaban”.
Con el tiempo nos hicimos muy amigo con Fulanito, que resultó ser familiar del jefe de la Base.
Esa suerte no la tuvieron los 18 niños y niñas elegidos para REPRESENTAR a la provincia de Córdoba, en el Parlamento Nacional Infantil que se desarrolló en La Rioja en el mes de octubre próximo pasado.
Los niños viajaron hacia La Rioja en un colectivo de línea y allá se alojaron en el Regimiento Mecanizado de Montaña Nº 15.
Fueron 257 niños y maestros de todo el país, que llegaban orgullosos de ser representantes de sus respectivas provincias, y que iban para legislar, como “hacen los grandes”, con la consigna de tratar de hacer un país mejor para todos.
Todo marchaba bien hasta que les dieron alimentos en mal estado, y comenzó el gran problema. Más de un centenar de chicos, docentes que los acompañaban y los propios miembros de la Fundal, Fundación que organizaba el evento con el respaldo del Ministerio de Educación de La Rioja, comenzaron con los síntomas de un cuadro intestinal: vómitos, diarrea y mucha fiebre.
Muchos pasaron por el Hospital, incluyendo “nuestros representantes”. Cuatro de ellos tuvieron que ser internados y con suero.
El día domingo 23 de octubre ante la situación completamente desbordada, las autoridades del Parlamento decidieron la suspensión del encuentro, y que cada delegación regresara a su provincia.
El Ministerio de Educación de San Luis envió el avión sanitario para recoger a sus alumnos legisladores y maestros que los acompañaban.
Lo mismo hizo la provincia de Neuquén (los maestros que vinieron con los niños de esa provincia, tenían el número telefónico personal de la vicegobernadora, del ministro de Educación y del ministro de Salud - para envidiar-).
La provincia de Santiago del Estero envió un vehículo para trasladar a sus alumnos, como así también la provincia del Chaco.
Nuestros “niños legisladores”, algunos de los cuáles estuvieron tres días internados, otros tenían fiebre, algunos con descompostura estomacal, debían volver sin ocasionar molestias y costos.
Por presión del grupo de padres que nos encontrábamos en La Rioja, varios de los cuales viajaron porque sus hijos estaban internados, se nos otorgó la posibilidad de utilizar un vehículo del Ministerio de Salud de La Rioja con un paramédico. Esto fue concedido por el ministro de Salud de aquella provincia en persona. Y nuestros dirigentes... COSTO CERO.
Si algo les faltaba a estos niños para que su viaje fuese inolvidable, fue que el vehículo se rompió en el medio de la nada y hubo que esperar hasta entrada la noche para que los recogieran.
Cabe una pregunta: si todo salía bien ¿en la foto, estábamos todos?
Cuando yo iba a la secundaria, tenía una profesora que siempre nos decía que hacer política era hermoso, que era casi un arte. Pero su dicho no terminaba ahí, seguía; pero por los años que pasaron ya desde que escuché eso, no recordaba el remate de la frase.
Viendo cómo trataron a nuestros hijos, cómo importaba su salud y bienestar, recordé lo que ella decía, recordé la frase completa. Ella decía que hacer política es un arte... lo que no sirven son los políticos.
Lástima que estos 18 chicos que fueron seleccionados para representar a la provincia de Córdoba en el XX Parlamento Infantil de La Rioja, no tenían un compañero que se llamara “Fulanito” y que fuera familiar del jefe de la Regional, seguramente hubieran tenido mejor trato.=
Uno de los padres
DNI 17437040
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