|
|
|
|
|
|
|
Un agente penitenciario le quita las esposas a Oscar Beleni, momentos antes de iniciarse la audiencia de debate. Al final, el remisero confesó los hechos y le impusieron una pena de nueve años de prisión |
|
|
|
|
|
Presagiando una segura y elevada condena, el remisero que estaba acusado de haber violado a una menor de 12 años se desdijo de lo que había declarado apenas un día antes y confesó su culpabilidad en los graves hechos que se le atribuían.
De esa manera, Oscar Alberto Beleni pudo acceder a una pena sensiblemente inferior a la que posiblemente le habrían impuesto en base a los elementos de prueba obrantes en el expediente y los que se preveía incorporar durante el debate.
Al respecto, el fiscal Francisco Márquez aguardaba la recepción de una sábana telefónica que podría haber dejado al descubierto la plena responsabilidad de Beleni en los reiterados abusos que tuvieron como víctima a una nena de 12 años, integrante del entorno familiar del acusado.
Sin embargo, antes que esa prueba llegara a manos de la Fiscalía de Cámara, el trabajador del volante advirtió que si el proceso continuaba se exponía a recibir una condena no inferior a los 15 años de prisión.
La confesión
Fue así que, luego que el tribunal receptara tres nuevos testimonios, Beleni pidió declarar por segunda vez (la primera había sido el lunes, al comenzar el juicio), sólo que en esta ocasión confesó haber violado a la niña.
En efecto, al comparecer cuando se inició el proceso, el remisero negó terminantemente haber abusado de la chiquita, pero en la víspera cambió de parecer cuando se dio cuenta de que los elementos de prueba a ser incorporados lo dejarían al descubierto.
Así las cosas, Beleni recibió una condena de nueve años de prisión tras ser declarado autor responsable de “abuso sexual con acceso carnal, calificado y reiterado”, delito que tiene una escala penal que va de ocho a 20 años de cárcel.
La confesión del violador durante la sustanciación del proceso le permitió acceder a una sanción levemente superior al mínimo de la pena prevista por la legislación argentina, aunque también incidió en la sentencia el hecho de que no haya registrado antecedentes de ningún tipo.
Precisamente por tratarse de un convicto primario, si Beleni observa buena conducta durante el período de detención podrá acceder al beneficio de la “libertad condicional”, es decir cuando cumpla las dos terceras partes de la sanción impuesta.
Para ello deberá completar seis de los nueve años con que fue sentenciado. Y como se encuentra detenido desde el 16 de marzo del corriente año, deberá permanecer “a la sombra” hasta la misma fecha del año 2016.
Ultimos testigos
Previo a la confesión del remisero, comparecieron en la sala tres testigos que habían sido citados para la jornada de ayer.
Se trata del oficial inspector Ezequiel Manuel Lozano, de la licenciada Valeria Ivana Sedevich y de la propietaria de la empresa de coches de alquiler en la que trabajaba Beleni al momento de ser detenido, Valeria Geimeyer.
Lozano, integrante de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín, compareció en relación a una revisión técnica del celular que utilizaba el acusado. Dicha tarea tenía por finalidad determinar la presencia de algunas fotografías comprometedoras para el imputado.
A poco de iniciada la pericia, y ante la imposibilidad de una correcta visualización de todas las partes en la pequeña pantalla del celular, se le solicitó a Lozano que elevara un informe en el que se detallaran la fecha y hora en que habían sido tomadas las más de 100 fotografías que se encontraban en la memoria del aparato telefónico.
A su turno, la licenciada Sedevich testimonió sobre el estado actual de la niña abusada, ya que esta psicóloga forma parte del equipo del Consejo Provincial de la Mujer que se encuentra interviniendo en el tratamiento de la víctima.
Con el testimonio de la profesional se habría probado el daño psíquico causado a la criatura, la cual lleva varios meses de tratamiento.
Por último compareció la propietaria y encargada de la empresa de Remises Donald-Mickey, en la cual Beleni se había desempeñado como operador de radio, telefonista y por último como chofer de un vehículo de alquiler.
Imprevisto final
Luego de receptados los tres testimonios, el abogado Eduardo Luis Rodríguez solicitó un cuarto intermedio a los fines de poder organizar un nuevo pedido de pruebas, que se agregaría a la causa.
Este receso se extendió por más de media hora, ya que el defensor pidió que se le permitiera hablar a solas con su cliente.
Al reiniciarse la audiencia, la Defensa requirió se le receptara nuevamente declaración al imputado. Y cuando todo hacía presagiar que ampliaría sus dichos y daría nuevos detalles que podrían ratificar su inocencia, sorpresivamente Beleni se declaró culpable.
De inmediato, Rodríguez pidió la palabra y desistió de una prueba nueva que había solicitado con anterioridad, por lo que se procedió a incorporar por lectura el resto de la prueba obrante en el expediente.
Sin cuarto intermedio, tomó la palabra el fiscal Márquez, quien en base a la prueba con la que contaba, sumada a la confesión del imputado, formalizó el pedido de pena de nueve años de prisión, al que luego adhirió el defensor.
Minutos antes de las 12.30, la secretaria Gabriela Sanz dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia a la que momentos antes había arribado el camarista René Gandarillas, con lo cual se dio por concluido el proceso.
Otras notas de la seccion Policiales/Judiciales
Tres personas heridas de gravedad
Robo en un comercio
Operaron a Maximiliano y continúa en terapia
Incautan arma de fuego y recuperan herramientas
Dos nuevos testigos en un proceso por abuso sexual
|