A pedido de la Fiscalía y la Defensa, e incluso con la adhesión de la Querella, la camarista Silvia Saslavsky de Camandone absolvió ayer a la joven Alfonsina Ranz del delito de “lesiones leves culposas” por el que había sido procesada.
La presidenta del tribunal dictó sentencia mucho antes de lo previsto porque, a poco de comenzada la audiencia de la víspera, la querellante particular desistió de solicitar nuevas pruebas, tal como lo había anunciado el jueves durante la inspección judicial realizada en la costanera villamariense.
En efecto, ni bien se reanudó el debate, la abogada María Paula Miozzo informó que no iba a requerir el testimonio de una agente de Tránsito, con lo cual se aceleraron considerablemente los tiempos legales.
Es que, en principio, la jueza Saslavsky había dispuesto desarrollar la audiencia de ayer en doble jornada (la mañana para incorporar pruebas y la tarde para escuchar los alegatos), pero la decisión de la Querella adelantó la definición del juicio.
Así las cosas, a las 9.45 empezó a elaborar sus conclusiones el fiscal Francisco Márquez, quien al cabo de 30 minutos de exposición solicitó la absolución de Ranz por entender que no había pruebas concretas que la incriminaran en el hecho.
Como se sabe, la joven de 22 años estaba acusada de haber embestido con un cuatriciclo de color azul al inspector de Tránsito municipal Héctor Daniel Quiero, en una maniobra realizada para evadir un control vehicular que se realizaba sobre la avenida del Libertador, entre Tucumán y Mendoza, en horas de la tarde del 8 de diciembre de 2007.
Producto del impacto y la caída, Quiero sufrió golpes y escoriaciones en las piernas, los brazos y la espalda, aunque dichas lesiones no revistieron gravedad. En tanto, las ocupantes del rodado, dos jóvenes mujeres, se fugaron.
A segundo turno alegó la representante legal del denunciante, aunque su intervención fue por demás escueta ya que se limitó a adherir al pedido absolutorio formulado momentos antes por el fiscal de Cámara.
Finalmente, y también por espacio de media hora, alegó el abogado Luis Caronni, defensor de Ranz, quien también reclamó la absolución de su clienta, aunque hizo particular hincapié en que la misma debía ser “por la certeza negativa y no por la duda”.
“Urquía mintió”
Caronni destacó que la prueba de cargo contra la joven estudiante “fue contradictoria” y enfatizó que el testigo Marcos Urquía Pozzi mintió al aseverar que había sido ella la persona que conducía el cuatriciclo azul que embistió a Quiero.
Por contrapartida, el letrado sostuvo que “las pruebas de descargo fueron coherentes y contundentes”, y destacó los testimonios prestados por tres ex compañeras de Ranz (Florencia Destéfanis, Antonella Garanzini y Leiza Presuttari), por el vendedor del cuatriciclo (Jorge Costamagna), por el pintor que pintó el rodado de negro (Néstor Bernardi) y por el resultado de la inspección judicial realizada en la antevíspera.
El defensor tuvo un párrafo aparte para la pericia practicada por un policía verificador (Richard Carballo) sobre el cuatriciclo de su clienta, que determinó fehacientemente que el vehículo era originalmente de color blanco y que luego fue pintado de negro, pero que jamás fue azul.
Sobre el final de su alegato, Caronni enfatizó que “la gran protagonista de este proceso fue Alfonsina”, porque “ella quería demostrar su inocencia a toda costa, y así lo determinaron las pruebas”.
Nada que decir
Concluidos los alegatos, la jueza interrogó a Ranz si quería agregar algo antes de pasar a deliberar (instancia procesal que se conoce como “última palabra”), pero la joven prefirió guardar silencio.
Una hora después y sobre el filo del mediodía, la secretaria Gabriela Sanz dio lectura a la parte resolutiva del fallo, mediante la cual la camarista dictó la absolución, tras lo cual se informó que los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el viernes 26 del corriente.
LAS FOTOS:
1 y 2- Absolución y final. La joven Alfonsina Ranz abraza a su abogado defensor, Luis Caronni, y después hizo lo propio con familiares y allegados que presenciaron la audiencia definitoria
3- “Estoy seguro que fue ella, yo la vi, pero no sabía su nombre. Mis testigos dijeron la verdad, aunque no hubo pruebas para demostrarlo. Y el cuatriciclo era azul. Estoy tranquilo, pese a que la absolvieron”, aseguró Quiero al terminar el juicio
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