"Es increíble pero cierto", dispara en un comunicado el prosecretario zonal del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), Raúl Benítez, al referirse a la política de salud mental que está llevando adelante el Gobierno provincial y que viene padeciendo particularmente el Hospital "Emilio Vidal Abal".
"La provincia no sólo dispuso la venta de las tierras que forman parte del emblemático Hospital de Oliva y que fuera uno de los más importantes de América, destruyendo así un verdadero 'Patrimonio Histórico' y de la ciudad, intentando incluso vender 'las cloacas', lo que demuestra acabadamente el espíritu destructivo y el afán de 'que me importa'.
Pareciera que 'el dinero' ha remplazado y descalificado los valores como la vida, la salud y dignidad de la persona. Y aquí están también los avisos publicitarios. Es decir la profusa cartelería instalada sobre el alambrado en ruta nacional 9.
Como si esto fuera poco continúa las externaciones compulsivas y estamos en condiciones de afirmar que desde la Dirección -del HEVA- se ha amenazado a algunos pacientes de no darles más trabajo si no se van de alta", sostiene en la primera parte.

Para "traslado"

"Y para concretar las altas acaba la Dirección de echarle manos al dinero que queda de la Cooperadora de Campo -entidad que ha invertido en infraestructura hospitalaria más que la provincia- la compra de un automotor acondicionado 'para llevar a varios', lógicamente se refiere a los pacientes que en 'cumplimiento de los derechos humanos' dejaran en las puertas de sus familiares.
Otro dato significativo lo constituye 'la devolución de pacientes de otras provincias', dejando de lado toda cuestión solidaria y humanitaria, y esperemos que las otras provincias no nos remiten los de ésta.
En fin burdamente se confunde la 'desmanicomialización' con la no atención de los pacientes.
Nosotros sostenemos que en psiquiatría no hay que cerrar hospitales monovalentes aunque estamos en un todo de acuerdo con erradicar las prácticas de aislamiento del pasado plasmadas en el manicomio.
Esta regañida cuestión del 'cierre de los hospitales' es una peregrina idea que tuvo su auge en la década de 1980 y que terminó en un estrepitoso resultado negativo. Así ocurrió en los Estados Unidos en 1981-1989 en la Presidencia de Ronald Reagan, donde 40 millones de enfermos mentales terminaron en la calle o la cárcel.
En Italia y España resultó un verdadero desastre, aflorando el mecanismo denominado 'puerta giratoria', es decir externar para luego reinternarlo cómo si fuera la primera vez, para no considerarlos crónicos.
Negar el Hospital Psiquiátrico es negar la Psiquiatría y sabemos -por lo demás- que el paciente crónico no puede ser atendido ambulatoriamente, ya que la exigencia de sus cuidados excede las posibilidades de los hogares geriátricos (alimentación, higiene, etcétera)
En fin, un problema que no se arregla con vender las tierras del Hospital Vidal Abal o del Neurosiquiátrico. Por ahora, no hay más cama y mañana no habrá más Hospital.
Esta política pone en duda seriamente lo que dice reiteradamente el ministro de Salud de que ya 'no hay locos de atar'.
Un capítulo aparte merece la venta de los animales vacunos que pertenecen al Estado provincial, el que no puede vender si no es en licitación. Sin embargo, 'hecha la ley, hecha la trampa'. Al parecer figuran como vendidas por la Cooperadora, así evitan 'un trámite' y disponemos en forma inmediata del dinero, que la Cooperadora no dice nada, los organismos de control miran para otro lado y la Justicia no se entera", finaliza el texto que lleva la firma de Benítez.