“Se fue un militante de toda la vida. Un apasionado defensor de sus ideas.”
Con esta frase, el radicalismo expresó su pesar por el fallecimiento del conocido dirigente de la UCR local, Albor Munch.
Munch dejó de existir en horas de la madrugada de ayer, a los 73 años.
La noticia de su fallecimiento causó un profundo dolor, no sólo en sus familiares (era hermano del comunicador Edgardo Munch) y amigos, sino también en el seno del comité de calle Tucumán.
Precisamente, el presidente de la UCR, Felipe Botta, fue el encargado de dar el último adiós a quien fuera concejal de la ciudad y presidente del Concejo Deliberante en el período 1987-1991.
Luis Caronni, Miguel Angel Veglia, Alberto Yáñez, Raúl Pavone estuvieron entre las personas que fueron a saludar “al amigo”, cuyos restos fueron sepultados, a las 17 de ayer, en el cementerio parque “La Naturaleza”.
Desde muy joven Albor abrazó las banderas del radicalismo. Comenzó a luchar por los principios del centenario partido desde la Juventud Radical y fue uno de los fundadores del Movimiento de Afirmación Yrigoyenista (MAY).
Su personalidad enérgica y efusiva a la hora de levantar en alto los valores doctrinarios, será siempre recordada por quienes compartieron con él una banca en la Casona de Pereira y Domínguez.
Su decisión de armar el “mestrismo en Villa María” también quedó grabada en la mayoría de los dirigentes que transitaron el camino de la política en los últimos veintisiete años.
Albor fue, además, candidato a diputado provincial suplente y ocupó el cargo de intendente de la Cámara de Diputados de la provincia desde 1995 y hasta 1999.
Su fuerza y su militancia ocuparán, por siempre, un lugar en la historia del centenario partido.
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