El aumento de la productividad y la demanda mundial de alimentos, la escasez de tierras fértiles, obligan a los países productores de alimentos, no sólo a buscar formas productivas extensivas con crecimiento vertical, sino a ahondar permanentemente en la mejora de uso de recursos naturales que permitan el crecimiento sustentable, mejores y mayores rendimientos incorporando en la fórmula adoptada el cuidado del ambiente.
El agua, elemento fundamental para la vida, humana, animal y vegetal, debe tener también marcos regulatorios de uso, ya que es un bien social y común.
Por esto y más, es que la comisión organizadora del Procisur, del INTA, preparó en Manfredi esta semana, para este segundo encuentro, un amplio programa con el panorama nacional e internacional de la situación de regantes, los resultados obtenidos y posibilidades según la condición agroclimática de cada región y país, y de las posibilidades e idiosincrasias de producción.
Latinoamérica estuvo representada por especialistas y estudiosos en sistemas y necesidades hídricas y también participaron disertantes de Estados Unidos y España.
El desafío es aumentar la productividad y sostenerla en el tiempo, desarrollando herramientas que permitan al sector agroalimentario argentino, aumentar la producción, permitiendo el desarrollo social generando más empleos genuinos, con un manejo sustentable de los recursos naturales.
Los 400 personas asistentes (el cupo completo) participaron de las jornadas en busca de novedades y soluciones.

Eficiencia

El ingeniero Eduardo Martellotto dialogó con EL DIARIO Rural: "Básicamente, complementando la primera reunión que se realizó el año pasado, donde se tocaron aspectos generales del agua y del uso del riego, este año el encuentro se centró en la eficiencia del uso del agua. Es decir, poder encontrar los métodos que permitan aplicar la menor cantidad de agua posible en cada cultivo, para obtener el mayor resultado económico y productivo, porque sabemos de la necesidad de cuidar el agua, sabemos que no se puede derrochar", comenzó.
Añadió que "hay muchas zonas que ya tienen muchas limitantes, por eso han venido especialistas de distintos países, y también los especialistas argentinos, para que todos mostrando su especialidad y sus metodologías, fundamentalmente cómo manejar la decisión de regar y de qué manera se obtienen los mejores resultados haciendo riegos restrictivos, en determinados períodos, manejar las necesidades de acuerdo al lugar donde se esté trabajando".
"De esta manera, ha quedado un menú de opciones para todos los que tienen que trabajar en el tema, para que evalúen cual les conviene más, donde pueden conseguir la información, si es información metodológica, información de suelo, de cultivos, y de esa manera, queda con este encuentro, un aporte muy importante para el riego y el crecimiento del riego en nuestro país", explicó el ingeniero.
Para el especialista, "la Argentina y el mundo con respecto a las presentaciones de los otros países, podemos ver que estamos caminando bien, a pesar que tenemos menos experiencias, sobre todo en esto que es desarrollar metodologías de asistencias a los productores para manejar más eficientemente el riego".
"Mendoza y San Juan, que estuvieron presentes en el encuentro, al igual que Chile, tienen una historia de riego de muchísimos años, con métodos más estabilizados ya para determinar el riego. Nosotros en el caso de los cultivos pampeanos, en áreas extensivas, en trigo, soja, maíz, girasol, estamos con muchos menos años de experiencia, por lo que estamos ajustando las metodologías a la de aquellos países con más experiencia para ver como validarlas acá con los ajustes correspondientes, para que funcionen optimizando el trabajo de los productores regantes pampeanos", expresó.

Para pequeños

"Toda escala productiva que requiere ser rentable y le pueda permitir al productor vivir de ella, ya sea una hectárea o mil, requiere exactamente la misma eficiencia y la misma dedicación. Hay gente, particularmente ligada a la experimental Manfredi que están comenzando a trabajar en cultivos extensivos, en lugares como Mendoza, San Juan y en el sur del país, se está trabajando también desde el INTA, con pequeñas producciones, y es una materia pendiente aquí en Córdoba, por lo que vamos a trabajar para lograr que nuestras zonas frutihortícolas tengan la tecnificación necesaria para producir más y mejor, para ello necesitamos más gente en la institución para que se aboque de lleno a esas zonas", indicó el profesional.

Agua-ambiente

"Es muy importante tener amplitud de criterio y la capacidad de mirar las cosas en perspectiva. El agua es un elemento vital para la vida del hombre y para la producción, se ha dicho en varias ocasiones, sabemos que entre el 70% al 80 % del agua dulce que hay en el mundo se usa para riego, y se va a seguir usando para riego, porque se tiene que seguir usando, porque está demostrado que no se podría alimentar al mundo si no se riega", justificó Martellotto.
Sin embargo, marcó que "lo que hay que aumentar es la eficiencia, que en este momento está en un 30% a 40% a nivel mundial y es necesario y urgente pasar a una eficiencia del 80%, entonces con ese saldo, vamos a poder seguir creciendo y mejorando".
"Hay otras alternativas, como el uso de las llamadas aguas grises (recicladas) y usar en forma racional el agua, respecto a lo tecnológico y la eficiencia se logra con conocimiento, es la ciencia la que hace ese aporte", dijo.
Martellotto llamó a "no mezclar la ciencia con política ni con ideología ni con economía". "Todo es una suma que termina dando un producto que llegue a una distribución equitativa a todos los sectores que necesitan agua, en forma económica y racional, el agua no es el problema fundamental, porque el 97% del planeta es agua, y el agua no se transforma en nada, vuelve a ciclar siempre en agua. El problema es que esté al acceso de la gente en el momento y en la calidad que la necesite, y eso es una cuestión de estrategias económicas, políticas; y nosotros como institución debemos tratar de dar los canales de información científicos tecnológicos y de manejo, para que el uso sea lo más racional y lo mas sustentable, rentable y económico posible", argumentó.
"Cada quien de los disertantes, con experiencias distintas, ayuda a encontrar las soluciones conjuntas, el conocimiento no tiene fronteras ni propietarios, ni destinatarios sectoriales, el conocimiento es de todos y debe usarse en beneficio de todos", concluyó.