Escribe: Federico Gazzoli

Sangre, sudor y lágrimas parece ser una frase común para muchos, pero para Unión Central fue la que enmarcó perfectamente las andanzas del conjunto de calle Rucci en el presente certamen de la división B de la Liga Villamariense.
Sangre por las duras batallas ganadas, sudor por el sacrificio con el que disputó cada encuentro y lágrimas de emoción por el título alcanzado ayer en Ticino, al vencer por 1 a 0 frente al local Atlético y dicho triunfo le dio al combinado dirigido por Carlos Bonaveri un título en el fútbol doméstico.
En la etapa inicial la visita salió a demostrar que quería ser protagonista principal del pleito para tratar de liquidar las acciones a su favor lo mas rápido posible y así esperar tranquilo por lo que haga su inmediato perseguidor, Sportivo Playosa, en su visita a Juventud River Plate de Ausonia. Fue así que ya a los 17 segundos Ulises Bonaveri probó con un derechazo desde media distancia que se fue muy cerca del palo derecho.
Sin embargo no todo fue tan fácil para un Unión que volvió a perder rápidamente a una pieza importante cuando su guardameta Miguel Ambrosio se resintió de un desgarro sufrido el domingo pasado y debió abandonar el partido remplazado por Federico Maldonado.
Otro susto importante sufrió luego cuando Waldemar Carranza, en un descuido de la defensa, quedó cara a cara con el portero recientemente ingresado y definió por encima de su cuerpo saliendo la pelota pegada al palo izquierdo.
Dichos cimbronazos sacudieron la “modorra” de los villamarienses que a partir de allí empezaron a crecer en su juego y a atravesar por los mejor pasajes futbolísticos del partido.
Por lo que, estuvo muy cerca de abrir el tanteador a los 22’, momento en el cual Fernando Cabrera ejecutó un córner desde la derecha, alguien la desvió en el camino, sobre la línea despejó a medias José Díaz y allí Matías Galeano cabeceó una pelota que terminó dando en el travesaño.
Pero la resistencia local no duró demasiado ya que a los 26’ la defensa se durmió y dejó en soledad por el sector derecho a Ulises Bonaveri, quien entrando al área sacó un derechazo cruzado que le sirvió al “aurinegro” para ponerse en ventaja.
Los minutos finales de la etapa inicial se jugaron bajo una tenue lluvia que con el correr de los minutos hasta el pitazo de Mauro Daniele se transformó en un fuerte chaparrón. El cual duró aproximadamente a los 10 minutos del segundo tiempo, lo que le provocó que el terreno de juego se vuelva bastante inestable para el segundo tiempo.
En dicha etapa el juego se tornó demasiado impreciso y plagado de desaciertos producto del barro que se formó por el agua caída.
En el segundo tiempo Atlético Ticino fue el que dispuso del dominio de la pelota la mayor parte del tiempo y de las mejores situaciones de gol, aunque la imprecisión en los metros finales y la seguridad del arquero y la defensa de Unión evitaron quitarle la alegría a toda la parcialidad visitante que se llegó hacia Ticino para ver a su equipo ganar y coronarse campeón.

La figura

Ulises Bonaveri. Dentro de un partido enredado, los pocos destellos en ofensiva que tuvo durante el primer tiempo le alcanzaron para sobresalir sobre el resto. También fue muy bueno lo de Pino, Cabrera y Gauna. En el local se destacaron las ganas de Carranza.

El árbitro

Buen arbitraje de Mauro Daniele, quien entendió a la perfección que estaba jugando una final y por eso siempre trató de darle tranquilidad a los protagonistas del juego, mostrando mucha seguridad y serenidad a la hora de cobrar y sin incidir en el resultado ni el desarrollo normal del juego.