Tras permanecer 13 días internado en grave estado, falleció ayer en Córdoba otro de los niños accidentados hace dos semanas en el camino al paraje La Herradura, donde a raíz de la neblina colisionaron frontalmente dos automóviles.
Esteban Etchemendy, de 7 años de edad, dejó de existir en la Unidad de Terapia Intensiva pediátrica del Hospital de Niños “La Santísima Trinidad”, en la capital provincial, donde se hallaba internado desde el pasado 9 de noviembre.
El malogrado niño era el segundo de tres hijos varones de la pareja conformada por Carlos David Etchemendy, de 36 años, y Rosa Ferreyra, de 35, domiciliados en la zona rural de Villa Nueva, quienes viajaban en un utilitario Renault Kangoo blanco (patente DIL 688).
Horas después del trágico accidente murió el menor de los hermanitos Etchemendy, llamado Lautaro, de 5 años, mientras que los otros integrantes de la familia sufrieron heridas de distinta consideración, aunque todas de gravedad.
El pequeño falleció en el Hospital Pasteur alrededor de las 11 de la mañana, víctima de las gravísimas lesiones sufridas (estallido de bazo, laceración hepática y traumatismo de cráneo severo), mientras que su hermano Esteban tuvo que ser derivado al nosocomio cordobés ante el delicado estado de salud que presentaba.
En efecto, el menor sufrió un violento golpe en la cabeza, se le extirpó un riñón y hasta tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de las vías urinarias, por lo que su cuadro fue siempre muy grave.
El mayor de los tres chicos, Martín, de 11 años, también estuvo internado en la UTI del Hospital de Niños, aunque se encontraba mucho más estable que sus hermanitos.
Cabe recordar que en aquel siniestro también perdió la vida en forma instantánea el conductor del otro rodado, un Renault 19 de color azul (dominio TES 475), identificado como Miguel Angel Agüero, de 25 años y oriundo de la ciudad de Bell Ville.

Llevaba droga

Lo sorprendente del caso es que, al ser requisado, en el baúl del coche guiado por Agüero se encontraron 12 kilogramos de marihuana distribuida en una docena de “ladrillos”, y otros 12 kilos de clorhidrato de cocaína, en este caso compactada en 10 “tizas” de poco más de un kilo cada una.
El luctuoso choque frontal se produjo poco después de las 7 de la mañana de aquel martes 9 del corriente (hoy se cumplen exactamente dos semanas), a unos 3.000 metros del cruce del camino de ripio que conduce al paraje La Herradura con la ruta provincial 2.
La escasa visibilidad, producto de la niebla reinante en ese sector de la periferia villanovense, habría sido la causante del trágico impacto frontal, que en su momento cobró particular relevancia no sólo por el trágico saldo, sino también por el hallazgo de aquella importante cantidad de drogas, lo que dio intervención al mismísimo juez Federal de Villa María, Mario Eugenio Garzón.
Lamentablemente, en las últimas horas se sumó una nueva víctima fatal al luctuoso resultado del siniestro, que enluta una vez más a la ya devastada familia Etchemendy.