Alrededor del mediodía de ayer, la Policía recibió la denuncia de que dos niñas, una de 12 y otra de 9 años, habían sido raptadas.
Fue la angustiada concubina del padre de las niñas quien dio aviso a la Departamental de lo que estaba ocurriendo, indicaron fuentes de la fuerza.
Según los datos aportados a los pesquisas por la denunciante, las chicas habrían sido sacadas de su casa, ubicada en la calle Tierra del Fuego a la altura del 2000, por desconocidos en horas de la mañana.
Los captores, dijo la mujer, siempre de acuerdo con lo difundido por la Policía, habían dejado el interior de la vivienda todo desordenado y una nota (no se especifica si manuscrita, tipeada o compuesta con palabras recortadas) en la que se decía, palabras más, palabras menos, que las pequeñas habían sido secuestradas y que no informaran nada a la Policía si las querían volver a ver con vida.
Un dato curioso: ninguna de las aberturas de la morada había sido forzada o violentada.
Operativo rescate
Con los datos aportados por la concubina del padre de las menores, desde la central policial se montó inmediatamente un operativo que no sólo puso en alerta a los efectivos de las patrullas villamarienses, sino también a los de todas las comisarías dependientes de la Departamental San Martín.
Alrededor de una hora más tarde, el operativo policial comenzó a arrojar resultado positivo cuando la más pequeña de las niñas fue ubicada a unos pocos metros de su domicilio.
Un rato más tarde una patrulla logró ubicar a la segunda niña, en la esquina de Tucumán y Azcuénaga, deambulando en la vía pública.
No se consigna en el parte policial que las pequeñas hubiesen tenido algún tipo de lesión, por lo que se puede asumir que ambas estaban bien. La “película” tenía así un final feliz.
La cara cubierta con un pañuelo
En un principio, la versión de lo ocurrido que brindaron las dos chicas hablaba de que “habían sido secuestradas por una persona de aproximadamente 50 años, quien se conducía en un automóvil pequeño, de color blanco y con el rostro cubierto con un pañuelo. Era acompañada por una mujer y las introdujeron por la fuerza en el interior del vehículo, momentos después de haber realizado compras en un quiosco próximo a la escuela a la que concurren”, manifiesta textualmente el parte de prensa emitido ayer por la Departamental San Martín.
También señala la Policía que luego, tras otras averiguaciones practicadas por personal de la División Prevención y Derivación de Menores, de las cuales no se brindaron detalles, se logró “establecer que todo lo ocurrido había sido fraguado por la menor de 12 años”, se indicó desde la Comisaría de Distrito.
Tomó conocimiento de lo ocurrido el titular de la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez.
El caso no deja de ser singular y llamativo y cabe formularse sobre el hecho algunas preguntas. Por ejemplo: ¿puede una niña de 12 años construir la fábula antes narrada? ¿Por qué lo haría?
Una señal de alerta
De acuerdo con lo manifestado a EL DIARIO por un psicólogo infantil consultado sobre el tema, el caso es para considerarlo.
Haciendo la salvedad de que no conviene generalizar, ya que es más atinado tomar cada caso en particular, el profesional consideró que, de ser el hecho efectivamente tal y cual lo dio a conocer la Policía, estaríamos sin duda ante una señal de alerta; es decir, esa niña está mandando inequívocamente un mensaje al mundo adulto. Puede que tenga miedo, que algo no esté funcionando bien en su entorno cotidiano.
El psicólogo señaló, asimismo, que todos los niños y los adolescentes fabulan, pero no a tal punto.
Otras notas de la seccion Policiales/Judiciales
Tres personas heridas de gravedad
Robo en un comercio
Operaron a Maximiliano y continúa en terapia
Incautan arma de fuego y recuperan herramientas
Dos nuevos testigos en un proceso por abuso sexual
|