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1- Argentino. El equipo villamariense viene de eliminar a Alem, que hizo una buena campaña en la etapa clasificatoria. 2- Yrigoyen. El “diablo” de Tío Pujio se sacó de encima a los cabralenses Rivadavia y Colón para llegar a la final |
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Cuando el domingo comiencen a disputarse las finales por el título de campeón en el torneo Clausura que organiza la Liga Villamariense de Fútbol, Argentino de nuestra ciudad e Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio buscarán coronar un año de progreso muy importante en todo aspecto, en el cual coincidieron en aportar una visión de mejoría.
Después de algunas temporadas donde reinó Colón de Arroyo Cabral, seguido de Rivadavia, Alem y Alumni, esta vez el equipo villamariense de barrio Santa Ana -ahora en el San Nicolás- y el “diablo” de Tío Pujio tendrán la chance de dar una vuelta olímpica que se les niega desde hace rato, sobre todo al primero.
Sólo en los inicios de los ‘90, con aquel equipo dirigido por Pedro Calderón, Argentino llegó a tocar la gloria en el ámbito doméstico. Después tuvo la mala fortuna de cruzarse en finales con rivales históricos, como Alumni y Colón, que le impusieron su jerarquía y le ganaron, como sucedió en el Apertura con el equipo cabralense.
Yrigoyen, en tanto, fue campeón por última vez en 2006, de la mano de Heraldo Pereno, y luego no pudo repetir hasta que comenzó una etapa de renovación.
Lo concreto que los dos finalistas del actual Clausura coinciden en otros aspectos a destacar, más allá de los resultados deportivos.
Infraestructura
En estos últimos tiempos, cada uno con sus necesidades a cuestas, Argentino e Yrigoyen sobresalieron de otros tantos clubes de la Liga Villamariense por el crecimiento que tuvieron en materia de infraestructura.
La entidad villamariense viene de inaugurar parte de su nuevo estadio, el que logró canjeando sus tierras del barrio Santa Ana con una empresa constructora de la ciudad.
Para el grupo de dirigentes que hoy maneja el club, el estadio totalmente nuevo es un verdadero orgullo que se traslada, sin dudas, a las necesidades de la ciudad.
No obstante, para esta temporada, el equipo albiazul buscó localizarse en Plaza Ocampo durante muchos partidos, mientras aguarda utilizar su nueva cancha el año que viene.
En Yrigoyen, 2010 también fue positivo en materia de obras, ya que los directivos inauguraron los nuevos vestuarios, como así también las tribunas, las refacciones en las cabinas y la remodelación de la cancha, que ahora tiene dimensiones más grandes.
En ese sentido, los dos clubes finalistas también coinciden en la buena relación que mantienen con los gobiernos de turno. Por caso, Argentino es uno de los clubes más “leales” al intendente Eduardo Accastello, quien estuvo presente en la inauguración de la cancha del baby, el pasado viernes. Y en Tío Pujio, hasta la intendenta Nancy Schiavi se puso a trabajar a la par de los directivos para remodelar el estadio, no sin antes gestionar subsidios para ello, junto a su marido, Darío Ranco, quien empezó su carrera como dirigente deportivo en el “rojo” y hoy preside la Federación Cordobesa de Fútbol, además de ser el directivo provincial con mejor imagen en la AFA.
Con goleadores
En materia futbolística, ambos cuentan con goleadores notables, surgidos en distintas generaciones, que reflejan a las claras lo que son unos y otros.
Mauro Fuente es el hombre gol de Argentino, donde nació deportivamente desde las inferiores. Y representa a una camada importante de juveniles que la entidad pulió en los últimos tiempos, respetando una línea de formación.
De mayor técnica que potencia, inteligente para moverse de espaldas al arco y respetable en el área. Así es Fuente, pero las mismas virtudes se le pueden atribuir a Diego Marín, uno de los artilleros más importantes en la historia de la Liga y actual figura de Yrigoyen.
Con dos goles ante su ex equipo, Colón, que le permitieron al “diablo” sortear con éxito la revancha en semifinales, Marín demostró que está vigente y que puede dar otra vuelta olímpica en el fútbol local.
Casualmente, el goleador del Apertura fue otro ex Colón, José Fernández, quien ahora viene certero con la camiseta de Argentino (lleva siete goles).
Buen pie
Pero no sólo de goleadores viven los dos equipos, ya que pueden decir claramente que poseen “buen pie” para darle destino pulcro a la pelota.
Casualmente, algunos ex Alumni aportan una cuota distintiva en el juego de ambos conjuntos: Cristian Fernández (nativo de Argentino) y Claudio “Pelé” Andrada le dan el talento al equipo albiazul, mientras que Ignacio Negrini y Matías Barbuio se destacan seguido en el conjunto tiopujiense.
Técnicos de casa
Otra coincidencia muy marcada entre los dos finalistas del campeonato tiene que ver con los entrenadores, ambos jóvenes y con ansias de superación.
En Argentino, Christian Romero, un notable volante que tuvo el fútbol local, sigue la línea de su papá, el “Cholo”, en cuanto a la formación de jugadores y la propuesta de protagonismo que intenta darle a sus equipos.
En Yrigoyen, Germán Vicario -quien también defendió los colores cuando era jugador- continúa aportando su esfuerzo en el club como lo hace desde años su padre, Oscar, un dirigente incansable de la liga.
Romero y Vicario conocen bien el paño en sus lugares. Son técnicos “de la casa” y tal vez deseen más que los jugadores dar la vuelta olímpica esta temporada, aunque saben que la emoción será sólo para uno.
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