Luego de un contundente alegato, los abogados querellantes exigieron la pena máxima para Jorge Rafael Videla, Luciano Benjamín Menéndez, Gustavo Alsina, Miguel Angel Gómez y Carlos Yanicelli, entre otros imputados. Asimismo, tal como lo adelantamos en publicaciones anteriores, se pidió la absolución para los ex policías Marcelo Luna y Ricardo Rocha.
Ayer por la mañana se completaron los fundamentos, iniciados el día martes, por parte de los abogados María Elba Martínez y Hugo Vaca Narvaja, frente al Tribunal Oral Federal Nº 1. Además, se contextualizó la situación de los delitos de lesa humanidad enmarcándolos en un “plan sistemático” perpetrado por el Gobierno de facto de 1976, que involucraba aristas sociales, políticas, económicas y religiosas (ver recuadro).
Acto seguido, al mediodía, Martínez leyó el pedido de condena por los crímenes efectuados contra 14 presos políticos en la Unidad Penitenciaria 1 y el Departamento de Información. Tanto para el ex dictador Videla como para el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Menéndez, la querella solicitó “condena perpetua”.
Lo mismo ocurrió con los militares de menor rango, Vicente Meli, Mauricio Poncet, Jorge Navarro, Eduardo Fierro, Víctor Pino Cano, Osvaldo Quiroga y Francisco D’Aloia.
La novedad fue para Emilio Huber y Gustavo Alsina, que tras el aberrante crimen cometido contra René Moukarzel, le cambiaron la carátula de “imposición de tormentos agravados” por “homicidio con alevosía”. De esta manera los abogados pidieron que dichos acusados completen el resto de sus días en prisión.
En cuanto a los imputados Enrique Mones Ruiz, Miguel Angel Pérez, José Paredes y Carlos Pérez, la Querella requirió 15 años por cometer terribles hechos de tortura. Recordemos que a Mones Ruiz y a Miguel Pérez les resta afrontar la pena por el asesinato de “Paco” Bauducco.
Igual suerte corrieron los ex policías Yanicelli, Gómez, Calixto Luis Flores, Yamil Jabour, Eduardo Molina, Luis Alberto Rodríguez y Luis Lucero, dado que para ellos también se pidió la pena máxima.

Menéndez

Luciano Menéndez fue reclamado a 25 años de cárcel, dentro de la causa que lleva su nombre por la imposición de tormentos agravados, privación ilegítima de la libertad y lesiones graves ejercidas a seis policías, entre ellos a Luis Urquiza.
Sin embargo, esta pena se subsuma a la de condena perpetua. Asimismo, Mirta “La Cuca” Antón, Gustavo Salgado y Fernando Rocha pasarían 20 años presos.
Por otro lado, Hermes Rodríguez pasaría 15 años detenido, mientras que David Merlo y Eugenio San Julián, 10 años.
Las únicas dos absoluciones, hasta el momento, fueron para David Luna y Cayetano Rocha, quien rompió en llantos al escuchar su nombre. “No nos alcanzaron las pruebas para involucrarlos en los delitos que se juzgan”, aseguró María Elba Martínez.
Una vez finalizada la lectura de los alegatos y el pedido de condena, los familiares de víctimas del terrorismo de Estado se emocionaron y fundieron en abrazos interminables con los abogados querellantes. “Fue una alegría contar con la presencia del Huguito (Vaca Narvaja) y ‘el Cebilla’ (Miguel Ceballos), puesto que demostraron estar forjados con la madera de sus padres”, comentó Martínez. Es importante destacar que Vaca Narvaja y Ceballos son hijos de presos políticos desaparecidos durante la última dictadura militar.
Posteriormente, Martín Fresneda, Elvio Zanotti, Lillyan Luque y Claudio Orosz se dispusieron a repasar las pruebas inherentes a los crímenes sufridos por José Funes, Alberto Svaguza, Martín Mozé y Pablo Balustra.

Texto y foto: Facundo Martínez, especial para EL DIARIO del centro del país

La Campaña del Desierto y la dictadura militar

A cargo de Hugo Vaca Narvaja quedó la contextualización de los delitos de lesa humanidad. Para ello trazó un curioso paralelismo entre el primer aniquilamiento promovido y ejecutado por el Estado contra movimientos sociales.
“La Conquista del Desierto fue llevada a cabo por Roca, mientras la Sociedad Rural le financiaba la campaña a cambio de la pampa húmeda”, destacó el letrado. Lo mismo sucedió bajo el Gobierno de facto de Videla, quien salió a proteger los intereses de la clase dominante. Pero para ello tenían que desarticular los gremios, los centros de estudiantes, los partidos políticos, las agrupaciones religiosas y todo aquello que pudiera poner resistencia a la reorganización del proceso”, aseveró el abogado.
“En 1879 se aplica por primera vez la ‘ley de fuga’, donde los militares encerraron cobardemente a 60 indios en un corral y luego los fusilaron. Luego salieron a decir que los indígenas habrían querido escapar. De igual modo se hizo en 1976 con los presos políticos”, aseguró Vaca Narvaja.
Las coincidencias históricas hacen que en la Campaña del Desierto un militar se destacara por sobre los demás.
Se trataba de Adolfo Alsina, familiar directo de Gustavo Adolfo Alsina, imputado que sobresale por su crueldad, histeria y perversión.