El grave incidente en el que resultó herido un chico de 13 años provocó que el jefe de la Unidad Departamental General San Martín remplazara al titular del Comando de Acción Preventiva (CAP), horas después que se licenciara a los efectivos que protagonizaron el hecho.
De esta manera, el comisario Mayor Daniel Ferreyra desafectó del cargo al comisario Hernán Yudica, y designó en su lugar al comisario Inspector Pedro Herrera, quien quedó al frente de la tropa que diariamente patrulla las calles de la ciudad.
El desplazamiento de Yudica se produjo un día después que la madre del menor lesionado, Carmen Isabel Sánchez, radicara una denuncia ante el fiscal de Cámara de los Tribunales de Villa María, Francisco Márquez, para que la eleve al fiscal General de la provincia, Darío Vezzaro.
El hecho que derivó en el cambio de Jefatura del CAP se produjo alrededor de las 5.20 de la madrugada del sábado pasado, cuando dos uniformados persiguieron a los ocupantes de una motocicleta, luego que cruzaran un semáforo con luz roja en avenida Porfirio Seppey y Mendoza, a pocos metros del Hospital Pasteur.
Después de transitar en fuga por distintos barrios de la ciudad, el procedimiento tuvo su punto culminante en las inmediaciones de Rucci y La Rioja, donde uno de los efectivos disparó contra los motociclistas, hiriendo al chico de 13 años que viajaba en la parte trasera.
A raíz de la perdigonada, el menor cayó al pavimento y el conductor del rodado huyó raudamente del lugar.
El chico fue inmediatamente detenido y trasladado a la Comisaría de Distrito, no sin antes "pasearlo" en el móvil por distintos lugares de la ciudad, en busca del individuo que había escapado.
Ante la gravedad de las lesiones sufridas (11 perdigones impactaron en el muslo y la pantorrilla de la pierna izquierda), el menor fue derivado al Hospital, donde se le practicaron las curaciones de rigor. Ya entrada la mañana, Sánchez se enteró en la Policía que su hijo había sido baleado y que estaba en el nosocomio de calle Mendoza.
Cabe recordar que la presunta autora del disparo, la agente Natalia Fernández, y su compañero de móvil, cuya identidad no trascendió, quedaron a disposición del Tribunal de Conducta Policial y fueron licenciados hasta tanto se resuelva la situación de ambos.