Una decena de parejas que han pasado por tratamientos para tener hijos asistieron ayer a la charla organizada por la Clínica de Especialidades en la medioteca, sobre problemas de fertilidad.
El principal disertante fue Andrés María Juárez Villanueva, miembro del Servicio de Maternidad de la clínica, quien estuvo acompañado por Gustavo Gallardo (ginecólogo), Ariela Mata (bióloga) y Marcelo Rodríguez, (andrólogo).
Explicaron en primer término que el objetivo de realizar charlas abiertas al público es despejar dudas en las parejas que tienen problemas de fertilidad, para que conozcan la diversidad de causas que la originan y los posibles tratamiento.
En primer término, Juárez Villanueva explicó que se considera “subfértil -prefieren utilizar ese término al de infértil- a una pareja que después de un año de mantener relaciones dos o tres veces por semana sin ningún método anticonceptivo no logran un embarazo”.
Detallaron a partir de allí, con un lenguaje ameno y didáctico, las causas de esa subfertilidad en la mujer y en el hombre.
En el caso de las mujeres, indicaron que el 25% de los casos se debe a afecciones del tubo peritoneal, es decir, alteraciones en la trompa que impiden el paso del óvulo al útero.
En estos casos, explicaron que se recomienda cirugía o fertilización in vitro, es recomendable el primer recurso.
La segunda causa mencionada es la endometriosis, que exige tratamiento quirúrgico o directamente reproducción asistida.
También se habló de cirugías cuando el problema está en el útero y, finalmente, si el inconveniente se genera por la falta de ovulación, existen recursos para estimular ese proceso.
“Históricamente se abordó la problemática de subfertilidad enfocado en la mujer. Por suerte, hoy se conoce que los inconvenientes pueden ser tanto en uno como en otro”, indicó el andrólogo que abordó este punto en la charla.
En el caso de los hombres las afecciones se clasifican en pretesticular, testicular y postesticular.
Finalmente, la bióloga detalló cómo son los tratamientos de fertilización asistida.
“Los de baja complejidad son los que no se saca el óvulo del cuerpo de la mujer, sino que se insertan los espermatozoides, previamente seleccionados, para que se produzca la unión”, dijo.
En el caso de las fertilizaciones de alta complejidad, que son las que deben unir óvulo y espermatozoide fuera del cuerpo de la mujer, detalló varios procedimientos.
Uno de ellos es el que se produce la unión de un óvulo y miles de espermatozoides en laboratorio.
El otro método -que es el utilizado cuando el inconveniente está en la escasa cantidad de espermatozoides de calidad-, es el denominado ICSI, que inyecta un espermatozoide en un óvulo y después de dos a cinco días de evolución en incubadora, es colocado en el útero de la mujer, esperando que sea la naturaleza la que siga el proceso.
Al término de la charla, las parejas buscaron a través de preguntas, conocer si existían respuestas a sus problemas particulares con la finalidad de encontrar el camino para cumplir el sueño de concebir hijos.
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