La militante social y docente villamariense Mónica Lucía Sonzini recuperó ayer la libertad, tras permanecer detenida por espacio de 28 horas como consecuencia de una serie de incidentes registrados durante la madrugada y el mediodía del martes.
Luego de ser trasladada a la ciudad de Córdoba a primera hora de la mañana para ser sometida a una pericia ordenada por el fiscal Gustavo Atienza, el propio funcionario judicial ordenó la excarcelación de la educadora, medida que se cumplió a las 15.30.
Previo a ello, representantes de distintas organizaciones sociales, gremiales y políticas de la ciudad expresaron su repudio al proceder de los efectivos policiales que apresaron a cinco estudiantes que habían efectuado pintadas en la plazoleta Ernesto “Che” Guevara y reclamaron la inmediata libertad de Sonzini.
Durante una conferencia de prensa realizada en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el esposo de la docente arrestada, Daniel Barrientos, denunció que su pareja fue víctima de una “permanente tortura psicológica” mientras permaneció alojada en la Comisaría de Distrito.
“Lo más grave de todo fue la permanente tortura psicológica a la que la sometieron en la Policía y de esa forma le hicieron pagar toda su lucha”, dijo Barrientos en diálogo con EL DIARIO.
El también docente local precisó que algunos uniformados “le dijeron ‘vieja loca, vas a terminar en Oliva’; después se le presentaban y le decían ‘somos los represores que vos intentás atacar’ y hasta le apagaban la luz”.
“Hay una clara muestra de que la están persiguiendo”, enfatizó Barrientos, quien pudo conversar brevemente con su esposa cuando el mismo martes por la noche la trasladaron al Hospital Pasteur como consecuencia de haber sufrido una crisis nerviosa.

Con violencia

Por su parte, la adolescente que permaneció demorada varias horas por haber participado en la pintada callejera, Rocío B., denunció que los efectivos del Comando de Acción Preventiva que intervinieron en la detención de los estudiantes actuaron “con demasiada violencia para lo que habíamos hecho”.
“Nosotros sólo hicimos pintadas con aerosol, nada más. No rompimos ningún banco ni nada por el estilo, nada, y por eso no nos vamos a hacer responsables”, precisó la joven de 17 años.
En diálogo con este matutino, Rocío señaló que lo único que hicieron fue “pintar una consigna política” y al ser consultada sobre el trato policial, relató que cuando subieron a la patrulla “nos trataron en forma demasiado violenta para lo que habíamos hecho”.
“Para mí fue excesivo, sobre todo teniendo en cuenta que éramos un grupo de jóvenes, estudiantes todos, que no habíamos cometido un delito tan grave como para que nos trataran así”, continuó la adolescente.
También dijo que dentro de la Comisaría “los malos tratos continuaron, hasta que a eso de las 9 de la mañana, cuando entraron policías mucho más jóvenes, nos trataron mejor”.
Cabe recordar que los cinco estudiantes (cuatro varones que están cursando diferentes carreras en la Universidad Nacional de Villa María, y la jovencita mencionada, alumna secundaria del Instituto Rivadavia), recuperaron la libertad durante el transcurso de la misma jornada del martes, aunque en el caso de Rocío permaneció demorada alrededor de nueve horas.

Los asistentes

A la conferencia de prensa asistieron representantes del Partido Obrero, el Movimiento Evita y la Juventud Guevarista; miembros de organizaciones gremiales como la CTA, la CGT y UEPC, además de integrantes de la VACAP (Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales, que lidera Mónica Sonzini) y del colectivo “Las Juanas”, entre otras agrupaciones.
Los concurrentes discutieron las acciones a realizar en torno a los casos denunciados y comentaron que algunos dirigentes habían viajado a la capital provincial, hacia donde había sido trasladada la docente a requerimiento del fiscal Atienza.

Enérgico repudio

Por la tarde, en tanto, se difundió un comunicado mediante el cual dirigentes de diferentes entidades políticas, sociales y gremiales de Villa María repudiaron el accionar policial.
El texto completo de dicho escrito señala lo siguiente:
“Expresamos nuestro más enérgico repudio por las detenciones de cinco jóvenes militantes y simpatizantes de la organización Juventud Guevarista (entre ellos, una menor de edad) cuando se disponían a pintar una consigna política en las inmediaciones al monumento al Che Guevara, bajo la acusación de daño a la propiedad pública.
El arresto de estos jóvenes fue arbitrario y atenta contra la libertad de expresión, que debería ser uno de los valores máximos de la democracia de la que tanto alardean los gobernantes de turno.
Restringir a cero la posibilidad de pintar los muros con ideas políticas de las agrupaciones disidentes con el ‘establishmen’ y luego castigar penalmente por daño a quien intente escribir una pared, es una trampa para silenciar voces.
No es la primera vez que esto ocurre en la ciudad bajo este mismo Gobierno. En enero de 2000 también fueron detenidos, por la misma causa, cinco militantes del MST cuando pintaban bajo el puente contra la privatización de EPEC. Sólo la movilización y cientos de firmas de la ciudadanía salvó entonces a aquellos muchachos de la condena judicial.
No tenemos conocimiento, y sólo por dar un ejemplo, de que los que pintaron para el candidato villamariense a gobernador en 2007, en la tapia pública del Hospital Pasteur, hayan sido requeridos por alguna autoridad para sancionarlos. ¿Dónde está la igualdad ante la ley?
Exigimos el inmediato envío a archivo de la causa contra los cinco jóvenes guevaristas y la inmediata liberación de la docente Mónica Sonzini, arrestada en ocasión de reclamar en sede policial por dichos compañeros”.