Desde tres escuelas públicas de Villa María, que tienen en su alumnado a numerosos chicos que habitan en barrios periféricos de la ciudad y pertenecen a sectores socialmente vulnerables, sus directivos aseguraron ayer que no recibieron comentarios por parte de los estudiantes de que hayan sufridos abusos por parte de la Policía, en momentos en que esta institución se ve cuestionada por las once balas de goma que impactaron en un menor de 13 años.
La VACAP (Vecinos Autoconvocados contra los Abusos Policiales) ha reiterado en numerosas ocasiones que en Villa María la Departamental General San Martín de Policía persigue a jóvenes por “portación de rostro” y que ha incurrido en abusos de procedimiento. Incluso hay denuncias judiciales y ha intervenido el Tribunal de Conducta de la Policía.
No obstante, los directores del IPEM Rosario Vera Peñaloza, de barrio Las Playas, y del IPEM Abraham Juárez, de barrio San Martín, así como el jefe de preceptores del ex Colegio Nacional, coincidieron en señalar, ante la consulta de EL DIARIO, que no se ha visto en el alumnado expresiones de denuncia por maltrato policial.
“Particularmente no han comentado que existieran problemas”, aseguró Graciela Olmos, quien se encuentra al frente de la institución de Las Playas.
La docente consideró que, ante la difusión de casos de esta naturaleza, “se torna imperioso que el Tribunal de Conducta de la fuerza llegue a las últimas instancias e informe a la población si existió o no el abuso en el procedimiento, porque si no siempre queda todo en la duda”.
Luego, indicó que “si bien es la función que debe cumplir, tengo que felicitar a la Policía por algunas acciones que ha llevado a cabo cuando la necesité”.
En este sentido, reveló que “solía haber jóvenes que merodeaban el colegio y yo llamaba a la Policía para que eso no ocurriese, ya que molestaban a los alumnos”.
Consultada sobre qué hacían esas personas en los alrededores de la escuela, apuntó que “probablemente veían este ámbito como un lugar de reunión, sin tener en cuenta que esto es una escuela”.
La fuerza “ha actuado en esos casos como corresponde y no tengo quejas que realizar”, dijo. Además, opinó que “es lógico que con la inseguridad que se vive la gente llame a la Policía ante diversas situaciones”.
También, llamó a que la Departamental “informe de algunas circunstancias para que los jóvenes sepan cómo transitar”, para evitar eventuales controversias.
En sentido similar se pronunció el directivo del Abraham Juárez, Henry Calvo, colegio que recibe a chicos de barrios socialmente vulnerables.
“No he tenido conocimiento de algún caso con algún estudiante. Ellos, por cultura, están en contra de la Policía, pero he hablado con los adolescentes y hemos comentado que nos enojamos si nos paran para pedir el DNI y también nos enojamos si nos roban o nos pasa algo porque decimos que los efectivos no actúan”, manifestó.
“Las instituciones, hoy en día, estamos en el ojo de la tormenta”, admitió el profesional.
Calvo afirmó que “me enteré de los casos a través de los medios de comunicación, y no he vivenciado ninguna situación acá con los chicos, no me han contado nada”.
Más tarde, aseguró que “estoy agradecido a la labor que han tenido cada vez que los solicité”.