La Cátedra Libre en adicciones, inaugurada con una clase magistral en el Aula Magna de Medicina, estudiará integralmente "un tóxico de la exclusión" como es el paco, que tiene consecuencias más letales que otras sustancias, dijo Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia.
"Ha llegado la hora de la seriedad científica con un tóxico de la exclusión -como el paco- que tiene más consecuencias letales que otros tóxicos, al que se lo quiso dotar desde el Estado de una característica artificial como la penal y, en vez de solucionar el problema, se lo complicó", afirmó Zaffaroni.
El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Alfredo Buzzi, pronosticó "el triunfo de la experiencia" en el abordaje del problema, "porque se unen el deseo de ayudar al prójimo en situación de riesgo y los conocimientos científicos para llevarlo a cabo, desde la teoría en la Facultad y desde la praxis en el (Hospital) Piñero".
El informe académico del complejo fenómeno de las adicciones con sustancias psicoactivas dejó inaugurada anoche la Cátedra Interdisciplinaria cuya labor comenzará en marzo, con el ciclo lectivo.
Las ponencias estuvieron a cargo de Zaffaroni, el especialista en Toxicología Carlos Damín, el psicólogo forense Juan Lostaló, la legisladora porteña María Elena Naddeo y el director del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la prevención del Delito, Elías Carranza. El acto recibió la adhesión de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner; contó con la presencia de Taty Almeyda, de Madres Línea Fundadora, y Vilma Acuña, de Madres del Paco, y fue abierto por la actriz Esther Goris, protagonista del filme "Paco".
"Con las sustancias psicoactivas tenemos usadores, abusadores y dependientes con edades cada vez más bajas y mayor problema de alcoholismo, y el paco se asocia a la pillería intrafamiliar más que al delito organizado", definió Zaffaroni.
El ministro de la Corte dijo que "a los jóvenes les sobra tiempo en los pueblos nuevos de (la ciudad peruana de) Lima, en las favelas de Río de Janeiro y en las villas de Buenos Aires".
"Más del 40% de la población menor de 40 años está sin emplear su tiempo", advirtió Zaffaroni y sostuvo que "sería una ventaja" si esos jóvenes estuvieran "estudiando y dedicados al deporte".
Carranza habló de la necesidad de políticas integrales para drogas, Justicia Penal Juvenil y prisión en América Latina. El funcionario de la ONU detalló que "la Justicia Penal encerraba en 1992 a 63 de cada 100 mil habitantes; en 2008 a 163 y ahora a 180, el triple" que hace casi dos décadas.
"El perfil de los menores de edad privados de libertad por la Justicia Penal Juvenil es que casi el 100% tenía entre 3 y 5 años de retraso escolar, y esto no ha variado en Roma, Guatemala, Chile, España o México", dijo Carranza, que no dio datos de Argentina por "no disponer de estadísticas".
Naddeo, presidenta de la comisión de seguimiento de la flamante Ley de Salud Mental de la Legislatura porteña, celebró la aprobación de la norma y abogó por su aplicación "como marco conceptual" en el abordaje de las dependencias, para "establecer en los hospitales guardias especiales en salud mental y adicciones."
La Cátedra Libre desarrollará su trabajo en el Hospital Piñero, ubicado en Varela al 1300, barrio de Flores, cuya área de cobertura es la más extensa de la ciudad de Buenos Aires.
Al Piñero asiste un conjunto potencial de 300 mil personas de Flores, Floresta, Villa Soldati, Pompeya y Villa Lugano, con numerosos asentamientos de población de riesgo, y es el hospital que más consultas recibe sobre adicciones, sobre todo por paco.
Según datos del Observatorio de Adicciones, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social porteño, en 2009 se triplicaron los casos atendidos por consumo de paco en las guardias de los hospitales Penna, Alvarez, Santojani y Piñero.
Con ese incremento, el paco se convirtió en la segunda adicción que más gente manda al hospital, después del alcohol.